La reforma electoral propuesta por la mayoría de los diputados del Congreso de Puebla busca la creación de un grupo parlamentario afín al gobierno de Rafael Moreno Valle, que retenga el control del Poder Legislativo de cara a la elección de 2016, mediante la creación de un “gobierno de coalición”.
El objetivo de la iniciativa que modifica el artículo 79 de la Constitución, es permitir que el gobierno estatal cree un “gobierno de coalición” en el Congreso local, lo que provocaría que los partidos políticos que conformen este único grupo parlamentario se conviertan en mayoría y controlen el Poder Legislativo en decisiones como: la Junta de Gobierno y Coordinación Política, la integración de las Comisiones y de los integrantes de la Mesa Directiva.
Esta reforma electoral fue presentada el viernes de la semana pasada y está firmada por 39 de los 41 diputados locales, incluida la fracción parlamentaria del PRI. Los únicos que no firman el documento son: el diputado de MC, Julián Peña; y el del PT, Mariano Hernández.
La iniciativa contiene también una homologación a la aprobada a nivel Federal en materia electoral: la reelección hasta por 4 periodos de los diputados locales, la reducción del periodo de las campañas electorales de 90 a 60 días, y la relección de los alcaldes hasta por dos periodos. Para en el caso de la reelección, esta reforma aplicará para los representantes populares electos en los comicios de 2018.
Lo polémico de la reforma es la modificación al artículo 79, fracción XVIII, que señala:
En cualquier momento optar por un gobierno de coalición con uno o varios de los partidos políticos representados en el Congreso del Estado. El gobierno de coalición se regulará por el convenio y el programa respectivos, los cuales deberán ser aprobados por mayoría de los miembros presentes del Congreso del Estado. El convenio establecerá las causas de disolución del gobierno de coalición”.
Esta modificación permitirá a los diputados locales de diferentes partidos políticos unirse en un solo grupo parlamentario, lograr mayoría, y hacerse del órgano de gobierno del Poder Legislativo, además carta abierta para los efectos que pudiera tener el "gobierno de coalición", pues establece que éstos serán aprobados en su momento por la mayoría del Congreso, que pertenece al morenovallismo.
Actualmente, dado que ninguna fuerza política tiene mayoría en el Congreso, la Junta de Gobierno y Coordinación Política es relevada año con año, por mero acuerdo legislativo, en 2016 la presidencia tocaría a cualquier diputado de Nueva Alianza.
Sin embargo, esta modificación terminará con la pluralidad en el órgano de gobierno y provocará que un solo grupo de diputados, sin importar que sean de partidos diferentes, defina la presidencia del Congreso y la Mesa Directiva.
Esto beneficiaría al morenovallismo, pues el PAN, PRD y Nueva Alianza son quienes se han unido para los procesos electorales que se celebran desde 2010. En caso de que el PRI ganara la gubernatura en 2016, esta reforma sería un candado para que el morenovallismo mantenga el poder en el Congreso local.