El ex alcalde de Puebla, Eduardo Rivera Pérez lamentó que el Congreso del Estado siga sin dictaminar su cuenta pública del 2012, aunque advirtió que esto no es impedimento para que busque competir por alguna posición política en la entidad.

El también integrante del ala más conservadora del partido consideró como una injusticia la forma en la que  los diputados locales están utilizando las cuentas públicas para amedrentar a los alcaldes de Puebla.

Señaló que en otras entidades, los Congresos locales dictaminan las cuentas públicas de manera rápida, y de no dictaminarlas en un periodo de un año, quedan aprobadas.

A pesar de estas irregularidades, Eduardo Rivera adelantó que no existe impedimento alguno para que pueda competir ya sea por la dirigencia estatal del partido o por otros puestos que se vayan presentado.

No es limitante. Sí llama la atención está actitud de la comisión inspectora. Hasta dónde sé, la cuenta pública 2012 ya está en el Congreso del Estado y no se ha dictaminado. Me parece que es injusto que se trate de esta manera las cuentas públicas, porque hablamos de la cuenta del 2012. Vamos por 3 años de que se venció el periodo del ejercicio de esa cuenta pública y no ha sido dictaminado".

Respecto al proceso de renovación que está viviendo la dirigencia estatal, Eduardo Rivera Pérez no descartó su interés por convertirse en el sucesor de Rafael Micalco, aunque prefirió no decantarse abiertamente y señalar que esperará los resultados de la elección así como el reacomodo que habrá al interior del partido y en el estado.

Estaré pendiente de los próximos acontecimientos políticos que vengan en el partido y en el estado y hasta que no estén las reglas en la mesa, no estaré definiendo la decisión que yo tenga que tomar al respecto sobre la participación en el caso de la dirigencia estatal o lo que venga en el estado".

Finalmente, apuntó que el próximo dirigente nacional tendrá como principal reto, trabajar en la unidad del partido para evitar diferencias marcadas como la que se vive en Puebla, en donde el gobernador Rafael Moreno Valle, está distanciado del dirigente estatal del PAN.