Debido a que de último minuto los promotores del concierto de la banda española Mago de Oz se negaron a cumplir con el contrato, los músicos se opusieron a salir por lo que los fanáticos destrozaron las instalaciones del salón Country San Manuel. 

Los fans del grupo musical exigieron la devolución de su dinero a los organizadores y ante la negativa se cobraron robando la cerveza, mobiliario y hasta los instrumentos de la banda, y al salir del lugar rompieron cristales y parte de las instalaciones. 

De acuerdo a versiones de los asistentes, la banda canceló la presentación debido a que no se realizó la segunda parte del pago que por contrato se había acordado. Así que tras la salida de la banda telonera y dos horas más de espera, comenzaron las rechiflas puesto que ya se encontraba el equipo instalado para la banda creadora del tema “Molinos de Viento”. 

Según el blog El Almanaque Tv, en punto de las 8:30 pm la banda telonera a cargo terminó su set musical. Durante la espera, los fans apreciaron que personas que participaban en la logística y seguridad del evento comenzaron a discutir con los responsables de audio. Txus Di Fellatio, baterista fundador de la banda, subió a checar el audio para su instrumento en dos ocasiones pero no estaba listo, cosa que le molestó. 

Minutos después el equipo de la banda comenzó a bajar guitarras y a desconectar los aparatos. A las afueras del salón Country, el autobús de la banda empezaba a calentar motores para salir alrededor de las diez de la noche. 

De acuerdo a lo señalado por asistentes, la gente de staff y de seguridad comenzó a quitarse chalecos y gafetes que los identificaban como organizadores por temor a las represalias de los asistentes. Según algunos fans, incluso a los empleados de organización tampoco se les había pagado. 

Alrededor de las diez y media de la noche uno de las asistentes tomó un extintor rociándolo contra el escenario y haciendo que la gente entrara en desconcierto y empezara a salir del edificio a empujones. 

Debido a que ni organizadores ni la banda tuvieron a bien informar sobre la cancelación de su concierto, comenzó el zafarrancho cuando los fans empezaron a romper los cristales del área de recepción. 

Al interior del salón los fanáticos molestos con varillas y sillas comenzaron a romper lo que encontraron a su paso y tomaron los cartones de cerveza para la venta del concierto. 

Otros fans más optaron por correr y ponerse a salvo mientras llegaba la policía municipal que resultó insuficiente para poner control y orden, por lo que no se pudo detener a ningún asistente.

Fotos: El Almanaque Tv