En la antesala de la elección del próximo primero de julio, 8 candidatos a diferentes cargos en el estado de Puebla han declinado de su participación en el proceso electoral, pero en los días que estuvieron en campaña derrocharon juntos un total del 3 millones 886 mil pesos con el fin de promoverse para un cargo que de último momento decidieron que ya no quieren ocupar, con el pretexto de que "otros contrincantes están mejor posicionados que ellos para la misma posición".
La mayor desgracía cayó sobre el partido magisterial, Nueva Alianza, pues sus candidatos al gobierno de Puebla y a la alcaldía de la capital, Alejandro Romero y Ernestina García, declinaron de la contienda. Pero además, este instituto político perdió a otros dos: el aspirante a diputado federal por el distrito 9, Aldo Navarrete, y la competidora por el distrito local 25, Ana Luz Carrera.
El segundo partido que más candidatos perdió en el camino fue el Verde, con la estrepitosa salida de su candidato al Senado, Juan Carlos Natale, en pleno debate con sus contrincantes. A esto se sumó la abanderada a diputada local por el distrito 22, Alicia Salazar Sánchez y José Charolet, quien aspiraba a ser alcalde de Zacatlán.
En último lugar está el PSI con un caído, el candidato a alcalde por Zacatlán, Juan Carlos Arellano.
Candidatos "juanitos" tiraron a la basura 3 millones 886 mil pesos
La lista la encabeza Juan Carlos Natale López, excandidato del Verde al Senado, quien durante el debate entre las segundas fórmulas al Senado de la República, anunció su declinación a favor de Alejandro Armenta y Nancy De la Sierra, sus adversarios de Morena.
Natale hizo campaña del 29 de marzo al 17 de junio, gastándose un total de 2 millones 369 mil 531 pesos, de aucerdo con el sistema de fiscalización del INE, dinero que no sirvió para nada pues este político dejó hasta su partido para afiliarse a los morenistas. El diputado con locencia usó este dinero para pagar espectaculares, spots de radio y televisión, así como propaganda en revistas y en páginas de internet.
El 24 de mayo, Alejandro Romero Carreto renunció a su candidatura a la gubernatura. El aspirante de Nueva Alianza se había promocionado con un millón 262 mil pesos por todo el estado. Unos días después, la dirigencia nacional de su partido anunció que respaldarían a Martha Erika Alonso de la coalición Por Puebla al Frente.
El pasado 20 de junio, Aldo Navarrete, candidato de Nueva Alianza a la diputación federal por el distrito 9, declinó a favor de Jorge Aguilar Chedraui, abanderado de Por México al Frente. El aliancista fue criticado debido a que creó una cuenta de Twitter solo para hacer el anuncio. En el tiempo que hizo campaña, gastó 112 mil 538 pesos en banderines, volantes, playeras, transporte de personal y en panorámicos.
Un día antes, también de Nueva Alianza, Ernestina García Chávez abandonó el barco a la alcaldía de Puebla y manifestó su respaldo al panista Eduardo Rivera Pérez durante el conversatorio de la Universidad Iberoamericana. La activista indígena gastó en campaña 81 mil 905 pesos para microperforados, vinilonas, volantes, gorras y bolsas.
Otra que se suma a esta lista es Ana Luz Carrera Ramos quien aspiraba a ser diputada local por el distrito 25 de Tehuacán, también por el partido magisterial, sin embargo, el pasado 29 de mayo declinó a favor de su contrincante del Verde Ecologista, Juan Pablo Kuri Carballo. La excandidata erogó 27 mil 408 pesos en la adquisición de camisas, banderines, sombrillas y bolsas con su imagen y la del partido.
El 28 de mayo Alicia Salazar Sánchez, candidata del Verde Ecologista a diputada local en el Distrito 22, declinó en favor de Gerardo Islas de Nueva Alianza. Su gasto de campaña ascendía a 9 mil 022 pesos.
En Zacatlán se dieron dos declinaciones de candidatos a alcalde a favor del aspirante del PAN, Raúl de la Llata. Primero Juan Carlos Arellano Castillo, candidato de PSI se sumó a su adversario cuando ha había utilizado 24 mil pesos. Luego José Charolet González del Verde hizo lo propio; aunque no reporta haber empleado dinero para promocionarse.
Hoy en día no existe una legislación que impida a los candidatos declinar ya iniciado el proceso electoral, tampoco se les sanciona por el derroche sin objeto de recursos que obtienen a través de las prerrogativas que otorga el gobierno o de donaciones de privados.
