No quisiera entrar en análisis, debates ni discusiones sobre la democracia, la verdadera alternancia y los años de rezago de Puebla en cuanto a estos dos últimos conceptos, pues eso nos llevaría cuartillas y cuartillas y más cuartillas de pura teoría.
Lo que me llamó la atención fue un hecho que se suscitó en el año 2000 cuando Vicente Fox ganó la elección a la Presidencia de la República. Pues a partir de ese proceso electoral, también comenzó la teoría de la división del pastel. El PAN en Los Pinos, el PRD con la jefatura de la ciudad de México y el PRI con la mayoría de gubernaturas.
Después de 18 años, recordé este suceso pues el lunes durante las tomas de protestas de las nuevas gestiones municipales, quedó evidenciada la nueva composición política del estado de Puebla y cómo los principales actores políticos con sus respectivos partidos se tuvieron que atrincherar de acuerdo a este mapa.
Por supuesto, la sensación fue Morena y la toma de protesta de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco, todos los morenistas se congregaron en la plaza más importante de la entidad poblana. Incluso, el ex candidato a gobernador, Miguel Barbosa Huerta que a pesar de no simpatizar para nada con la presidenta municipal, hizo acto de presencia y hasta le echó a perder el evento.
En Atlixco se replegaron los panistas y toda la plana mayor de lo que queda del morenovallismo. La gobernadora electa, Martha Erika Alonso Hidalgo optó por asistir a la toma de protesta del alcalde de aquel municipio, Guillermo Velázquez al igual que Jesús Giles, dirigente estatal del PAN y ahí, en ese municipio todo fue algarabía y felicidad.
Los amigos priistas se atrincheraron en Zacatlán uno de los dos municipios más importantes que lograron rescatar, pues el otro fue Xicotepec de Juárez, pero la plana mayor del PRI decidió refugiarse en el primero. Ahí vimos al ex candidato a gobernador, Enrique Doger; el ex candidato al Senado, Juan Carlos Lastiri; a los delegados federales y la diputada federal Lucero Saldaña.
Pero insisto, las tomas de protesta demostraron la nueva composición del estado, los nuevos refugios de los partidos políticos, qué lugares defenderán con uñas y dientes al ser sus nuevos bastiones o en el caso del PRI y del PAN, de los más importantes que lograron rescatar. El morneovallismo y el PAN tienen una nueva casa y esa está en Atlixco, el PRI tiene una nueva casa y está en Zacatlán y Morena tiene nueva residencia y es la capital.
