Quizá el nombre de José Luis Arenas Juárez no le suena, querido lector.
Déjeme recordarle: es el juez de Zacatlán y ya volvió a las andadas.
Fue muy famoso porque a su paso por el Juzgado de Tepeaca pasaron dos que tres historias truculentas.
Una de ellas fue el escape por la puerta grande de un interno del penal.
Incluso con una papeleta de liberación firmada por el propio juez.
Ese escándalo alcanzó mayores niveles cuando el Poder Judicial descubrió que Juárez había otorgado la libertad al reo en plena borrachera.
A carcajadas, las malas lenguas del Poder Judicial relataron que los funcionarios de su oficina entre copa y copa le pasaron varios documentos por firmar y no revisó que entre ellos aprobó con su rúbrica la salida de uno de los reos, quien aprovechó y en minutos retomó su libertad.
Bueno, el ser hijo de la magistrada jubilada, María de los Ángeles Juárez, le valió que no lo corrieran.
El juez, de hecho, siempre se ha escondido en las enaguas de la ex magistrada, quien por cierto es un encanto, pero su hijo no le heredó ni la habilidad para las relaciones públicas ni su dominio en el área legal.
El juez Arenas Juárez volvió a las andadas. A través de su Secretaría de Acuerdos incurrió en abuso de autoridad, tráfico de influencias y corrupción.
De la nada reabrió un proceso que se encontraba ya preescrito.
Hablamos del procedo 22/2004 por homicidio culposo.
Al presunto responsable en 2008 le dictaron sentencia. Salió bajo fianza y casualmente, el juez le giró otra orden de reaprehensión.
A través de los agentes ministeriales que llevaron a cabo su detención y la Secretaría de Acuerdos de Arenas Juárez le exigen 80 mil pesos para no efectuar la nueva aprehensión.
Claro, lo hicieron con total conocimiento de que ya el caso había preescrito.
Temeroso, la persona que ya había sido sentenciada, pagó parte de la suma solicitada, misma que pasó a partes iguales entre el Juzgado y los Ministeriales, según me cuentan.
Días después, el acusado por homicidio culposo notó que le habían visto la cara.
Así que a la brevedad se iniciará un procedimiento ante el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial en Puebla para denunciar estos actos.
¿El juez Arenas Juárez será uno más de la lista de los togados a revisar por Héctor Sánchez Sánchez, el presidente del Tribunal Superior de Justicia?
¿O mínimo lo mandarán a otro juzgado donde no ande con la uña tan suelta?
