La falta de señalética, un desnivel en la carpeta asfáltica hasta de medio metro y el desconocimiento de algunos conductores, son un conjunto de factores que convierten la desviación de la autopista México-Puebla a la junta auxiliar de San Felipe Hueyotlipan, en un verdadero peligro para los automovilistas.
En contraste, en el mismo tramo pero sobre el segundo piso de la autopista sí existe una señalética que les avisa a los automovilistas sobre una curva en esta vialidad, la cual requirió de una inversión de 10 mil 500 millones de pesos.
Los automovilistas que circulan por la autopista y quieren ingresar a la junta auxiliar de San Felipe o dirigirse hacia la Central de Autobuses de Puebla (CAPU), tienen que hacerlo por una desviación que se encuentra de lado derecho.
Sin embargo, esta desviación no está anunciada con señalética y las marcas en el piso (de color blanco y amarillo) con las que se trata de anunciar esta división de la carretera, están prácticamente despintadas por lo que ya casi no son visibles y mucho menos para los automovilistas que corren fácilmente a 80 kilómetros por hora, cuando la velocidad máxima establecida es de 60 kilómetros por hora.
De acuerdo con un recorrido que realizó por la zona este medio de comunicación, la carpeta asfáltica de la desviación y de la autopista no se encuentran a la misma altura, de tal suerte que existe un desnivel de piso entre ambas vialidades, el cual inicia con apenas unos 10 centímetros pero culmina en los siguientes 20 metros aproximadamente (que es hasta donde se encuentran los primeros muros de contención), con poco más de medio metro.
Estos factores, así como el desconocimiento de los conductores, sobre todo de vehículos particulares, hacen que equivoquen su camino y se dirijan hacia la junta auxiliar o continúen sobre la autopista.
No obstante, algunos tratan de corregir su rumbo y a una velocidad hasta de 80 kilómetros por hora, dan volantazos hacia el lado a donde quieren dirigirse, lo cual representa un peligro para los cientos de automovilistas que circulan por la zona.
En el recorrido que hizo este medio de comunicación se pudieron apreciar al menos cinco ejemplos de esta situación.
En uno de los casos, una camioneta tomó la autopista pero al parecer tenía que irse por la desviación, por lo cual a medio camino de ésta -la cual tiene una forma de la letra “Y”- decidió detenerse y regresarse de reversa, lo cual logró hacer debido a que justamente en ese momento la cantidad de vehículos no eran tan abundante como en otros minutos.
El Sol de Puebla pudo apreciar otro caso en donde a pesar de que el conductor se dio cuenta de que había equivocado su camino, ya no pudo remediar esta situación. Y es que un vehículo Tsuru que al parecer tenía que incorporarse a la desviación también se siguió por la autopista.
En este caso el conductor no optó por regresarse de reversa sino por tratar de “brincar” el desnivel, pero desistió al percatarse de la altura de éste.
A esta situación de peligrosidad que a diario enfrentan los automovilistas hay que sumarle que el poste de luz que debería alumbrar la zona, no tiene lámpara, por lo que aumenta la confusión de qué camino tomar.
En la parte donde el desnivel de la desviación es mayor entre ambas vialidades existe un pequeño sitio donde hay muros de contención de concreto, algunos de los cuales se encuentran dañados al parecer por los propios automovilistas pero otros aún se aprecian firmes, por lo que pudieran colocarse en la “Y”, a fin de que los automovilistas sepan sobre la división y la diferencia de alturas de la carpeta asfáltica.
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