El estado de salud del arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinoza ha evolucionado satisfactoriamente, pues pasó de un estado grave a delicado y dejó terapia intensiva.
De acuerdo a un comunicado enviado por la Arquidiócesis de Puebla, el médico Christian Arredondo Flores preescribió que el líder de la Iglesia católica dejara terapia intensiva gracias a su mejoría.
El domingo 15 de enero, el arzobispo de Puebla sufrió un infarto por la noche y fue intervenido quirúrgicamente para salvar su vida.