Tragedias

Universitaria de Tlaxcala fingió su “secuestro” por problemas familiares

- Foto: Especial

Al sentirse arrepentida decidió llamar a una prima y volver a su casa

Por Moisés Morales / El Sol de Puebla

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Por los problemas personales que existen con su madre y demás familiares, Dulce Esperanza “N”, estudiante de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) confesó haber fingido su supuesto “secuestro” la tarde del jueves 28 de septiembre y para ello se escondió en casa de una amiga en la vecina ciudad de Puebla.

El Sol de Tlaxcala informó que al ser hallada por personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), la joven declaró que quería llamar la atención de sus consanguíneos al estar cansada de las constantes peleas que tienen en casa de su abuela.

Contó que al encontrarse haciendo un trabajo escolar con algunos de sus compañeros en la habitación que renta en el barrio El Cristo, en San Pablo del Monte, salió con el argumento de que iría a comprar un refresco, pero una vez afuera reportó vía WhatsApp a su amiga Yeni “N”, con quien comparte cuarto, que la seguía un vehículo color gris y pedía salieran a ayudarla, para luego apagar su celular y abordar una unidad de transporte público con destino a Puebla.

La estudiante del tercer semestre de la Facultad de Nutrición de la UAT relató que ese día solo tuvo una clase y salieron temprano al no llegar los demás profesores, lo que aprovechó para tener contacto con su amiga Janet “N”, que conoció en un concurso de canto en Cholula, Puebla, y vive en el fraccionamiento Residencial San Antonio, a quien le pidió ayuda para quedarse unos días por problemas personales y fue así que ahí pasó la noche.

Empero, al día siguiente

El día de hoy 29 de septiembre de 2017 me desperté a las nueve de la mañana y tomé una hoja en blanco y un lapicero que estaban en un tocador de la recámara de mi amiga Janet y empecé escribir sobre la situación que estaba viviendo, concluyendo que aún seguía enojada con mi familia, pero a la vez que estaba haciendo mal, ya que no era lo correcto y por lo tanto tendría que regresar, relató Dulce Esperanza “N” en su declaración.

Y fue a las 13:40 horas del día siguiente a su desaparición que abordó un taxi Uber que la llevó a Panzacola, municipio de Papalotla, desde donde llamó desde una caseta telefónica a su prima Lilian “N”, para pedirle ir por ella.

Al lugar acudieron sus familiares, junto con personal de la PGJE, quienes la auxiliaron y trasladaron a la dependencia para que rindiera su declaración por la supuesta privación ilegal de la libertad que denunció su madre. También le ofrecieron servicio médico, pero no le fue necesario.

Quiero manifestar por último que no fui privada de mi libertad ni fui víctima de algún otro delito, ya que decidí ausentarme por mi propia voluntad”, expresó la estudiante, cuya desaparición alertó a las autoridades estatales y de su localización se hizo cargo la subprocuraduría de la PGJE.

El Sol de Puebla