Huachicol

Frente a la policía de Huixcolotla, niños venden gasolina robada en la Central de Abasto (VIDEO)

- Foto: Página Negra

A pesar de que la policía municipal realiza rondines en la zona, ninguno de los huachicoleros es molestado en su venta. Ahora el combustible se comercializa en 12 pesos el litro, es mentira que se haya terminado la venta como había declarado la semana pasa el alcalde de la demarcación

Por Página Negra / @LaPáginaNegra

/ Huixcolotla, Puebla

El alcalde de Huixcolotla, Filomeno Cruz mintió cuando declaró la semana pasada que la venta de combustible robado en la Central de Abasto se había erradicado. El huachicol se comercializa a plena luz del día, a la vista de los policías de este municipio y ahora son utilizados menores de edad para ofrecer la gasolina que hoy está más cara que nunca: 12 pesos el litro.

PÁGINA NEGRA realizó este 5 de junio un recorrido por la Central de Abastos y pudo constatar que los huachicoleros siguen operando con tanta normalidad que ahora hasta menores de edad son los que negocian el precio con los automovilistas y llegan a un acuerdo.

En la zona no hay presencia del Ejército Mexicano ni de la Policía Estatal. Solo un par de patrullas municipales realizan rondines en las calles de la Central de Abasto, pero no hacen nada por detener a los hombres y mujeres que comercializan el huachicol, y mucho menos a los niños que se dedican a esta actividad. 

El Gobierno de Puebla ya había advertido que era muy arriesgado llevar acabo un operativo en este lugar, por la cantidad de civiles que hay, puesto que un enfrentamiento podría tornarse muy violento y cobrar la vida de inocentes.

Sin embargo apenas el pasado 31 de mayo, el alcalde de Huixcolotla, Filomeno Cruz anunció que en ese lugar ya no se vendía gasolina robada aunque no dio detalles sobre cómo supuestamente se había erradicado la comercialización del huachicol.

VER: Alcalde de Huixcolotla jura que se terminó la venta de huachicol en su municipio; gobierno dijo que no podían hacer operativo porque podrían provocar una tragedia

Lo que sucedió más bien es que se ordenó a los huachicoleros, puesto que si bien la gasolina ya no se vende en la entrada de la Central de Abastos, ahora los vendedores se ubicaron en la parte trasera de este sitio y se mantienen con sus camionetas que transportan la gasolina ilegal y sus galones a la vista de todos.

Los galones se exhiben desde las camionetas de batea hasta las unidades cerradas y algunas personas se cubren del sol con grandes sombrillas.

Para adquirir la gasolina robada hay dos opciones: una es dirigirse a las camionetas y se deposita el combustible escondidos entre los trailers que trasladan diferentes productos como alimentos y abarrotes, conectan una manguera a la unidad y comienza la transferencia del hidrocarburo.

La segunda es contactar a jóvenes que caminan por las calles de la Central de Abasto con mangueras en el brazo o cuello. Con ellos se hace una negociación y posteriormente indican en donde surtirán.

Ninguno de los proveedores de gasolina robada vende menos de 20 litros. El litro oscila entre los 12 y 12.50 pesos, dependiendo si hay un regateo por parte del comprador. El precio máximo que se paga es de 250 pesos por esta medida.

En caso de que los automovilistas dedican llevarse unos litros a su casa para abastecerse cuando se les acabe su carga, en el lugar se comercializan los galones de plástico con un precio que va de los 30 a 40 pesos.

Una niña negocia la venta de gasolina

Una vez que se detectó el método para adquirir el combustible, PÁGINA NEGRA se acercó a una familia que comercializaba el producto en su camioneta.

En el lugar estaba la madre con sus hijos, un joven de aproximadamente 15 años y una niña de menos de 13 años.  

La pequeña fue quien negoció la compra de la gasolina. Caminó hasta la unidad. “240 (pesos) lo menos”, explicó mientras se recargaba en la puerta del copiloto.

Después de que se le preguntó si era necesario llevar un galón, respondió “no, yo le puedo echar aquí”.

La menor de edad acaba de llegar al lugar con un six pack de cerveza que entregó a una mujer y un hombre, quienes se supo eran su madre y tío. Mientras ella negociaba la venta, los dos adultos bebían sentados junto a la camioneta, cubriéndose del sol en una sombrilla.

La niña cerró la venta en 240 pesos por un galón de 20 litros, en una transacción que no duró más de 30 segundos. 

El joven de 15 años, gritaba al mismo tiempo “¡Lleve su gas!” y hacia señas con sus manos, mantenía su pulgar en movimiento hacia arriba y abajo para ofrecer la gasolina.

En 2016, este diario digital dio a conocer que los adolescentes y niños son reclutados para formar parte de las bandas de ladrones de combustible a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) en los municipios de Palmar de Bravo, San Matías Tlalancaleca y Tepeaca, en el estado de Puebla. Los menores son adiestrados para trabajar como choferes, halcones y hasta para colocar mangueras al momento de la extracción de la gasolina, pues son más ágiles que los adultos.

VER: ¡Como los narcos! Ladrones de combustible reclutan niños en Puebla #NiñosHuachicoleros

Sin embargo, analistas consideran que la vida cotidiana de la cultura huachicolera en la que están inmersos los niños que habitan en los municipios del Triángulo Rojo y la Franja del Huachicol, está matando su futuro y podría terminar con su vida.

VER: La Huachicultura mata el futuro de los niños en el Triángulo Rojo: académicos

Compradores burlan el arco de seguridad de Cuapiaxtla

Durante el recorrido en la región, este periódico digital también fue testigo de cómo uno de los compradores logró pasar el arco de seguridad ubicado en el municipio de Cuapiaxtla de Madero sin que fuera detenido.

Aunque en la zona había un retén, solo un par de elementos de seguridad revisó a tres camionetas con batea que aparentemente no llevaban nada.

Mientras que la unidad que se observó salir desde la Central de Abastos de Huixcolotla burló la estructura de seguridad además de los agentes de seguridad.

VER: Huachicoleros burlan Arcos de Seguridad de 721 millones de pesos en Puebla