Delincuencia

Sobrino de Martha Erika, el joven secuestrado por hijo del exdirector del C5

- Foto: EsImagen

Alejandro, es sobrino de Martha Érika Alonso de Moreno Valle, hijo de su primo hermano, Alejandro N.; fue secuestrado por Silvestre Anibal Garma López y otros 2 sujetos el 5 de julio y negó haber tenido deudas con sus captores.

Por El Popular

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Alejandro, el asesor financiero secuestrado por la banda presuntamente liderada por el hijo del exdirector de emergencias del Centro de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C5), teme por su seguridad y la de su familia, pues afirma que recibió amenazas de muerte. Aunque solicitó medidas cautelares a la Fiscalía General del Estado (FGE), esta dependencia le negó el resguardo policial.

De acuerdo con sus propias palabras, Alejandro es sobrino de Martha Érika Alonso de Moreno Valle, hijo de su primo hermano, Alejandro N.

En entrevista, dijo que es mentira que debiera dinero a los ahora detenidos o a sus cómplices, pues a él lo contrataron como asesor un hombre y su madre. Desde un inicio les explicó sobre los riesgos de los instrumentos financieros en los que invertirían.

A la postre, estas personas perdieron dinero y lo responsabilizaron de ello. Alejandro indicó que a él no le dieron recursos, sino que ellos, los interesados, lo depositaron en la plataforma de una duplicadora.

Con su asesoría sólo adquirieron dos bitcoins (cada uno tiene un valor aproximado de 45 mil pesos) y al ver que la página les pagaba, terminaron por adquirir, por su cuenta, otros 17.

Cuando la página sufrió un ataque de hackers y dejó de pagarles, lo responsabilizaron a él de la pérdida económica. Entonces, dijo, lo mandaron a traer con el pretexto de que les explicara qué había pasado.

Lo citaron en una casa de la avenida 19 Poniente, entre 31 y 33 Sur, donde lo recibieron la madre, el hijo y un extranjero, quien lo amenazó con arma de fuego.

Después entraron en escena Silvestre Aníbal G, el hijo del exdirector de emergencias del C5, y sus cómplices Luis y Miguel Ángel. Éstos, recordó, comenzaron a amenazarlo de muerte y a exigirle que pagara un millón 250 mil pesos; de lo contrario, matarían a él y a su familia.

Durante ese tiempo, dijo, los tres detenidos hablaban de cuántas personas habían matado, de drogas y otros actos, aunque se ignora si esto tenía el fin de amedrentar a la víctima.

En el domicilio lo obligaron a que llamara a conocidos para juntar el dinero que le exigían, así fue como Alejandro llamó a su novia, que está embarazada y quien llegó para intercambiar lugar con él y que fuera a conseguir el dinero.

Sin embargo, detalló, estos sujetos le exigieron el Audi 2006 en el que llegó, con todo y documentos. Lo obligaron a firmar cuatro pagarés de 317 mil pesos cada uno a pagar en los próximos cuatro meses y cuando revisaron su celular encontraron en Facebook una fotografía de una camioneta Dodge Journey, propiedad de su madre; por ello, exigieron que se las diera con todo y documentos.

Tras entregar el Audi y firmar los pagarés, llevaron a él y a su novia a su departamento para que entregara los documentos del auto; en ese momento dejó a la mujer embarazada en el lugar y él continuó con sus captores a bordo del Malibú color negro con vidrios polarizados.

Ya en camino a casa de su madre para entregarles la camioneta, la policía deSan Pedro Cholula se percató del auto sospechoso y al hacer una revisión, Alejandro pidió ayuda e informó que lo llevaban secuestrado y que uno de los hombres del auto portaba un arma de fuego.

En ese momento, los tres presuntos secuestradores quedaron detenidos y fueron llevados ante el Ministerio Público de Flagrancias en el C5, donde el padre de Silvestre Aníbal era director operativo. Ahí se inició la carpeta de investigación 256/2017/UF/CM2 por el delito de secuestro exprés agravado.

Niegan medidas cautelares

Alejandro mencionó que ante la peligrosidad de estos sujetos, solicitó a la Fiscalía General del Estado que le brindara medidas cautelares, pero el Ministerio Público le respondió que “no estaba en sus posibilidades”, por ello teme por su seguridad, la de su familia y sus bienes.

No se sabe por qué razón el caso es llevado por la Unidad de Flagrancias y no por la Fiscalía de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (Fisdai). Alejandroaseguró que no lo han llevado a tomar declaraciones a la Fisdai y, hasta el sábado al mediodía -cuando la fiscalía ya había realizado la formulación de la imputación-, no habían informado de los avances de la investigación a la víctima.

Alejandro exige que se haga justicia y que se indague a estos sujetos y sus cómplices para saber si están relacionados con otros hechos delictivos.

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