Soy una madre moderna —eso creo— y estoy a favor de la tecnología, el problema viene cuando se vuelve un vicio.
Los niños en efecto ya no salen a jugar como antes y factores hay varios: la inseguridad, que los padres trabajan y los dejan con los abuelitos, la tarea etc...
Ellos indudablemente se quieren distraer de la escuela y tareas, y Ok ¡está súper! ¡pero bájenle!
No perdonan edad, en mi casa la mayoría son hombres y esto es el pan nuestro de cada día. Desde el chiquito hasta el más grande son “poseídos” por estas distracciones. Una vez sentados frente a la TV se transforman.
En el de futbol, espérame dame 5 minutos estoy jugando en línea y si no desciendo ¿Eso que? es un juego un VIDEO JUEGO
En el de soldados nazis, ¡ya voy espera! ¡Ya voy a llegar al siguiente punto de control y se guarda! Pierden y pierden y pasa una hora y siguen buscando el punto de control.
Cualquiera de LEGO, ¡Déjame juntar más monedas! ¡Voy a desbloquear un personaje especial y ¡ya!
Combates en línea, ¡Ma! ¿Estas ocupando internet? ¡Es que se va trabando y me van a ganar!
Y así un pretexto diferente para cada videojuego que haya en casa.
Les doy una hora y si me atarugo o me pongo a hacer algo les regalo tiempo extra. Y cuando ya dejaron su jueguito se atreven a decirme ¡Ma, fue poco tiempo!
¡En fin! como dudo que las consolas desaparezcan y por el contrario habrá más y mejores, me uniré al enemigo.
Comenzaré por jugar el que me regalaron hace ya casi dos años y en el cual no he podido terminar ni una sola misión.