Monday, 06 de May de 2024

Vida y Estilo

Si discutes con tu pareja, hazlo de manera inteligente. Te decimos cómo

- Foto: Especial

No saber discutir puede dar paso a la agresividad y a herir a la pareja

Por SuMédico / /

Las discusiones son algo inevitable en una relación y hasta algo necesarias, pues ayudan a fortalecer el vínculo entre la pareja.

Discutir permite a la pareja conocer cuáles son las molestias que se tienen, qué problemas hay y cómo pueden solucionarlos; sin embargo, en ocasiones la pelea puede salirse de control y tener resultados desagradables.

Cuando una pareja no sabe controlar su forma de discutir, uno o ambos pueden salir lastimados o incluso se puede llegar a la violencia, lo que no es nada saludable en una relación.

Algo muy importante al momento de discutir, es que debes tener presente que no importa el pasado, es decir, debes olvidar las molestias de antes que ya se resolvieron y enfocarte sólo en el problema actual.

Asimismo, debes en cuenta algunas claves como las siguientes cinco que te permitirán discutir de una manera inteligente y sin lastimar a nadie.

Ten en mente que no es una competencia

Una discusión surge porque algo no está bien en la relación y que se debe resolver, no para ver quién es el ganador.

Se trata de exponer tus opiniones y escuchar las de la otra persona para poder llegar a una negociación que sea benéfica para los dos.

No discutas en el momento del conflicto

Es importante que no empieces a discutir cuando el problema se está presentando, porque tu mente se bloquea e impide que expresemos lo que realmente sentimos. La consecuencia de esto es la violencia donde se grita y se puede herir a la otra persona.

Aunque te moleste, deja enfriar el momento, piensa y reflexiona sobre las posible soluciones y habla con tu pareja de manera respetuosa, en el lugar adecuado.

Desahóguense

Si tu pareja es quien comienza a discutir, deja que se desahogue sin que lo interrumpas ni le contestes, o de lo contrario se pueden tener comportamientos agresivos.

Una vez que escuches todas sus quejas, dile lo que piensas y ofrécele alternativas para resolver el conflicto.

Acepta tus errores

Lo más importante es tener la humildad de reconocer que se equivocaron y que no lo volverán a cometer.

Recuerda que nadie es perfecto y aceptar tus errores, así como pedir perdón, no te hará menos.

Busca un punto medio

En ocasiones es mejor ceder ante la discusión, pero en otras no tanto porque así reprimes lo que sientes y piensas.

Lo importante es mantener una buena comunicación y encontrar un punto en común para que ninguno de los dos salga lastimado.

Sobre todo recuerda que todos los problemas tienen solución. Sólo debes buscar alternativas, métodos para llevarlas a cabo y poner mucho de tu parte. Si los problemas no ceden, tal vez lo mejor es acudir con un especialista para que los oriente correctamente.

SuMédico

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