Ante la ola de robos que ha habido en esta zona, alrededor de las 10:30 horas de este día, habitantes del Barrio Manantiales, de la sección cuarta del municipio de Zacatelco, intentaron linchar a un presunto ladrón justo en el momento en el que, acompañado de otros dos cómplices, cometían su fechoría en una vivienda.
De acuerdo con los testigos, cuando la propietaria de la vivienda arribó a su hogar, se percató del hurto y comenzó a gritar y pedir auxilio a sus vecinos, quienes de inmediato acudieron al lugar para intentar asegurar a los tres ladrones, de los cuales dos lograron darse a la fuga.
Cuando los vecinos estaban a punto de lincharlo, arribaron elementos de la policía municipal, quienes, al intentar llevarse al supuesto ladrón, provocaron un primer enfrentamiento, lo que generó que los lugareños arremetieran en contra de la unidad, destrozándola por completo.
Después de unos minutos de diálogo, habitantes acordaron trasladar a pie al asegurado hasta la presidencia municipal para exhibirlo en la vía pública, por lo que, resguardado por unos 15 policías y unos 250 pobladores, comenzaron el recorrido de aproximadamente dos kilómetros, durante el cual gritaban y tocaban cacerolas para informar a la ciudadanía que habían capturado al ladrón.
Una cuadra antes de llegar al parque central de Zacatelco, un grupo de aproximadamente 100 granaderos ya lo esperaban para intentar asegurar al retenido, pero para evitar un nuevo enfrentamiento, les permitieron llegar a la altura del parque, sobre la carretera federal.
Sin embargo, cuando intentaban exhibirlo en la plaza pública, las fuerzas del orden se abalanzaron en contra de los habitantes y en medio de golpes y jaloneos, lograron rescatar al supuesto hampón y a bordo de una patrulla, se lo llevaron con destino a la capital estatal.
Tras esta acción, los pobladores se enardecieron y armados con palos y piedras, comenzaron a enfrentarse con los granaderos, quienes al verse rodeados, tuvieron que lanzar gases lacrimógenos para dispersar a los lugareños.
Después de que los gases se disiparon, los habitantes nuevamente se reagruparon y se plantaron frente a las instalaciones de la presidencia municipal, donde comenzaron a lanzar piedras y todo tipo de objetos, dañando vidrios de puertas y ventanas, sin mayores incidentes.