En el Centro de Rehabilitación Social de San Miguel existe una red de corrupción encabezada por el director General Óscar Ramírez Martínez y el director de Seguridad y Custodia, Víctor Hugo Rosales García, que solapan y participan en la venta de drogas, extorsiones, cobro de cuotas, derecho de piso y planean abrir un OXXO.
CENTRAL recibió un correo electrónico de un preso de San Miguel —cuyo nombre nos resguardamos por seguridad del reo— en el que revela cómo ingresa la droga al penal; quiénes la venden; qué autoridades protegen la venta, así como qué internos, funcionarios y celadores participan en las extorsiones, en el cobro de cuotas a internos y en el derecho de piso que deben pagar los comerciantes del CERESO.
Según la carta del reo, en las últimas semanas ha habido una crisis de alimentos y de agua potable, por lo que algunos internos han terminado a golpes por una cubeta del líquido vital o por una tortilla. La crisis, dice el documento, fue provocada para beneficiar el negocio de Hugo Pérez Balderas.
Además, la Dirección General a cargo de Óscar Ramírez ha clausurado la mayoría de las tiendas de abarrotes de la explanada con el objetivo de concesionar un establecimiento de conveniencia tipo OXXO del grupo Femsa, cuyo propietario es Carlos Slim.
“Se ha iniciado una temporada de cierre de tienditas, de quienes “no le entran”, clausurando tiendas de abarrotes que existían y que no son de sus internos preferidos, en el área de estancia de ingresos, la quitó a uno y la está subastando para explanada, afirma que las va a quitar todas, pues él y la Directora General de Centros, Yazmín Márquez, van a otorgarle a un particular externo una sola tienda tipo OXXO en la explanada y le tienen que quitar a todas las tienditas”.
La droga: su concesión y distribuidor
El ingreso de la droga al penal —cocaína, mariguana, cristal— está en manos de “El Galloso”, quien obtuvo la concesión para introducir los estupefacientes mediante el pago de 15 mil pesos a Óscar Ramírez y Víctor Hugo. Según la carta, en una ocasión fue descubierto “El galloso” y fue cuando tuvo que pagar la especie de concesión y dio 5 mil pesos extra para recuperar la mercancía decomisada.
Existen dos centros de distribución. El primero se encuentra en los dormitorios E y D, donde los vendedores gritan:“¡¿Cuántas motas, cuántas?!” frente a celadores y autoridades sin que nadie mueva un dedo. El segundo está ubicado en los dormitorios J y K y ahí se vende droga para todo tipo de gustos.
El “Perrote” vende la cocaína; Evany vende el cristal y el Jota ofrece la mariguana y la negra, según la denuncia del reo de San Miguel.
Los monopolios de alimentos, agua y servicios
La distribución de los servicios y alimentos es controlada por tres reos:Rolando Martínez; Arturo Aparicio, “El cachibombo”; y Miguel Ramos, “El Paletero”; y Hugo Pérez Balderas, quienes reportan directamente al director del penal Oscar Ramírez Martínez,
El principal negocio de Rolando Martínez es la renta de 150 “casitas”, tiendas de campaña construidas con cobijas y colocadas en los patios, en donde los reos reciben visitas o ejercen la prostitución.Los usuarios de las “casitas” deben pagar una cuota de 100 pesos por la semana, por lo que este reo de lujo recolecta mil 500 pesos semanales por las 150 casas que opera. Además, se encarga de: área de estancia de ingreso, visita íntima, comedores, distribución de Bimbo, Sabritas, lavandería, y los baños públicos de la explanada.
Arturo Aparicio es el encargado de la farmacia del penaly distribuye medicinas caducas y medicamentos controlados sin receta, además tiene a su cargo dos dulcerías, el expendio de pan y dos dulcerías.
Miguel Ramos, se encarga de cobrar el derecho de piso de los negocios colocados en la explanada familiar.
El negocio de Hugo Pérez Balderas consiste en la venta de refrescos, abarrotes y tortillas; además cobra el agua potable a sus compañeros del penal en 40 pesos por 200 litros.
Las cuotas y las extorsiones
De acuerdo con la carta, los celadores encargados de cobrar el derecho de piso en el penal de San Miguel son: “El vampirrata”, “El once” y “El piojo”, quienes a su vez le reportan al director, Oscar Ramírez.
Los celadores manejan cuotas para la zona de ingresos y la zona de dormitorios. En la zona de ingresos, en donde se encuentran los presos que están a la espera de sus sentencia, las cuotas son:300 pesos mensuales por dormir en una celda de 4 a 5 personas; 20 pesos diarios por el pase de lista; dos mil pesos mensuales por permanecer en el área y evitar ser enviados a dormir al patio.
Para la zona de dormitorios, solo cinco son gratis pero en ellos habitan hasta 10 reos por celda, además se encuentran en condiciones infrahumanas; el costo por pasar la noche en la llamada zona “vip” es de 2 mil pesos al mes; la cuota de entrada es de entre 250 y 300 pesos y el pase de lista cuesta de 5 a 15 pesos.
Las extorsiones corren a cargo del supervisor de San Miguel, Marcos Fuentes, quien se apoya de “El tanque”, “El chorejas”, “El chino” y “El profe-Charly”para amedrentar a los internos y a exigirles dinero por cualquier falta por mínima que sea. En caso de no pagar, reo es llevado “atrás de la caseta” donde reciben golpes y humillaciones.
