Tras el asalto y homicidio de una mujer de la tercera edad en Chietla, los pobladores tomaron y prendieron fuego a la Presidencia Municipal; quemaron patrullas y bloquearon la carretera principal de la población, para exigir seguridad al edil Edgardo Ponce Cortés.

La víctima fue identificada como Alberta Cortazar de Torijano, conocida en la población como Doña Beta, una anciana de 80 años de edad quien vivía sola y se mantenía del dinero que sus hijos migrantes le enviaban, hecho que era conocido por los vecinos.

La tarde del sábado, el cuerpo de la mujer fue encontrado al interior de su domicilio en la calle Allende. La señora de la tercera edad se encontraba atada de pies y manos, con señales de haber sido torturada y ultimada a golpes.

Desde la hora en que fue descubierto el cadáver de la anciana, sus familiares exigieron justicia en el Ayuntamiento de Chietla. Según medios regionales, el regidor de Gobernación, Jaime Pérez Reyes atendería sus quejas, sin embargo jamás llegó.

Debido a esto, se hicieron sonar las campanas de la Iglesia de San Agustín y comenzaron a llegar los vecinos. Alrededor de unas 200 personas se apostaron frente a Palacio Municipal y exigieron que se presentara el presidente Edgardo Ponce Cortés.

Al lugar llegó el director de Gobernación, Edward Miguel Crespo Palacios junto con el Director de Seguridad Pública, Oswaldo Osorno Pichardo, quienes iniciaron el dialogo sin que el alcalde llegara para darle formalidad a los acuerdos.

Los vecinos, irritados, quemaron una motopatrulla y dos vehículos que se encontraban estacionados al frente del Palacio Municipal y alrededor de las tres de la madrugada seguían los disturbios.

Un grupo de pobladores comenzó a romper los cristales de un vehículo Tsuru placas del Estado de México que se encontraba estacionado frente a la Presidencia Municipal, después continuaron con una camioneta tipo Voyager y con la motopatrulla al servicio de la Seguridad Pública.

Los pobladores ingresaron a la Comandancia, donde destruyeron cámaras de seguridad, quemaron mobiliario, mientras que personas armadas resguardaban las esquinas sin que la Policía Municipal hiciera algo.

Por los destrozos en el Ayuntamiento y por la muerte de la anciana no ha habido detenidos, por lo que los vecinos se encuentran a la espera de que el presidente municipal cumpla los acuerdos, para brindar más seguridad en la población.