El 9 de julio José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, de 13 años, acompañaba a su madre, Elia Tamayo a entregar alimentos al otro lado del puente ubicado en el kilómetro 14 de la autopista Puebla-Atlixco, lugar en el que se resguardaban los habitantes de San Bernardino Chalchihuapan, quienes se manifestaron para exigir la reincorporación del servicio del Registro Civil a las juntas auxiliares de la entidad poblana.

Tras un primer enfrentamiento entre elementos de la policía estatal y un grupo mil 500 manifestantes, los granaderos decidieron realizar una segunda refriega apuntando al puente y utilizando cartuchos de gas lacrimógeno y proyectiles de goma.

Justo en ese momento, Elia y su hijo cruzaban el puente cuando un proyectil alcanzó al niño José Luis Tehuatlie y se le incrustó en la cabeza. Momentos más tarde, el menor fue  trasladado de emergencia por elementos del equipo SUMA al Hospital General del Sur.

Tras su hospitalización, un parte médico reveló que el menor sufrió pérdida de tejido óseo de bóveda craneana (perforación del cráneo), lesión de duramadre (cubierta del cerebro) y pérdida de  7 a 8 centímetros cúbicos de masa encefálica.

Esa noche, aún atónita por lo sucedido, Elia Tamayo fue resguardada dentro del nosocomio por personal de la administración estatal con la esperanza de que no se filtrara ningún tipo de información a los medios de comunicación. Al mismo tiempo, visitadores de la Comisión de Derechos Humanos (CDHEP) visitaron a Elia y ante ellos confirmó que fueron los granaderos los responsables de las heridas que mantenían en condición grave al menor.

El jueves 10 de julio la madre de José Luis, Elia Tamayo declaró a CENTRAL que fueron los granaderos quienes hirieron a su hijo.  

No obstante, el gobierno del estado envió un comunicado de prensa para asegurar que el niño había sido herido por un cohetón en la cabeza, incluso el jueves 10 de julio la Procuraduría General de Justicia insistió en su mentira y aseguró que la madre del menor había identificado entre los 4 pobladores detenidos al agresor de su hijo.

El viernes 11 de julio un video en el que se demostraba claramente que José Luis Tehuatlie fue herido por un proyectil de goma y no por sus paisanos dejó callada a la administración morenovallista.

Elia Tamayo, a pesar de las presiones gubernamentales, mantuvo su versión:

“La culpa de las lesiones es del gobernador Rafael Moreno Valle y de sus granaderos… Todo está mal, la culpa es de él (del gobernador Rafael Moreno Valle), si él se hubiera presentado en el momento que se estaba necesitando, no hubiera pasado todo esto que está pasando con mi hijo, yo digo que él de la culpa es de él y de sus granaderos porque esos fueron los que estuvieron agrediendo”, declaró.

Trascurrieron 5 días. Tehuatlie Tamayo no lograba despertar desde la cirugía practicada el mismo día en el que fue internado y  su estado de salud, a pesar de mantenerse estable, no era nada prometedor.

El 14 de julio, Vladimir Luna, abogado de la familia y hermano de la diputada federal del PRD,  Roxana Luna, informó que tras una cirugía reconstructiva del cráneo, el cerebro de José Luis se inflamó súbitamente, por lo que fue inducido al coma con la esperanza de que la inflamación cerebral disminuyera.

Luis Alberto entró en estado vegetativo y corría el riesgo de perder la vida.

Asimismo, Luna Porquillo detalló que Elia Tamayo y su madre, Alejandra Montes Ocotl fueron hostigadas por funcionarios del gobierno de Rafael Moreno Valle para que firmaran una declaración “prefabricada” de los hechos, en la que se inculpa a las autoridades auxiliares y población de Chalchihuapan.

Sin deberla ni temerla, el menor de 13 años se convirtió en la primera víctima mortal de la polémica #LeyBala creada e impulsada por Moreno Valle, la cual tiene por objetivo reprimir de manera violenta todo tipo de manifestación que fuera considerada “un riesgo”.

El caso no se perdió en el ámbito local.Medios como Univisión, Proceso, Sin Embargo, Animal Político, el Universal y Efekto TV, evidenciaron el excesivo uso de la fuerza pública para reprimir a los inconformes con el retiro del Registro Civil en las juntas auxiliares.

Las fotos y los videos en los que José Luis Tehuatlie aparecía ensangrentado y malherido conmocionaron al país entero y dejaron mal parado al gobernador panista, que seguía sosteniendo que el niño había sido herido por un cohetón y no por sus policías.

En otro lado de Puebla, el despreocupado gobernador se deslindó del estado de salud del menor y le echó la bolita a su secretario de salud.

“Véanlo con (Secretaría de) Salud, tengo junta con el director de Pemex", señaló el mandatario mientras se alejaba de los reporteros.

Este no sería el único gesto de despreocupación del gobernador. El 17 de julio, 8 días después del incidente, Moreno Valle decidió abandonar el estado y viajar a México para acompañar al Presidente de la República, Enrique Peña Nieto en la recepción de su homólogo de Perú, Ollanta Humala.

Así, Luis Alberto Tehuatlie llegó a la mañana del décimo día.

Para ese entonces, el especialista en Neurología, Luis Felipe Loria Rosado, recomendó desconectar al menor pues su cuerpo poco a poco perdería sus funciones. Sin embargo, se reveló que la señora Elia Tamayo interpuso un amparo para que José Luis se mantuviera conectado hasta que la familia del joven decidiera el momento en el que dejarían que descasara en paz.

Esto ya no fue necesario. Para la tarde del sábado 19 de julio, el joven José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, de 13 años de edad y que apenas cursaba la secundaria, perdió la vida a raíz de un paro respiratorio.

Elia Tamayo se enteró a través de los medios de comunicacióndel fallecimiento de su hijo mayor y hasta un día después las autoridades del Hospital General del Sur permitieron que se reconocieran los restos del menor en las instalaciones del Servicio Médico Forense en la zona de Agua Santa, al sur de la ciudad.

Ayer por la noche, el cuerpo de José Luis Tehuatlie llegó a Chalchihuapan en un ataúd blanco, será velado durante dos días y el martes lo sepultarán en la comunidad.