Autoridades policiales y de la Fiscalía de Alemania ingresaron este jueves de manera sorpresiva a la sede central de Volkswagen en Wolgsburgo, así como a otras de sus instalaciones en el país, para reunir documentos qde interés para la investigación que llevan a cabo contra la armadora por instalar un software que trucaba información sobre las emisiones contaminantes que emitían sus motores a diesel.
Al menos 50 policías y 3 peritos de la Fiscalía de Brunswig participaron en el operativo, que también incluyó los domicilios particulares de algunos ejecutivos de la firma. Tras la acción, se incautaron documentos, equipos de computación y dispositivos de almacenamiento de datos.
Esta acción policial sucede a unas horas de que el presidente de la compañía para América del Norte, Michael Horn, comparezca ante el Congreso de Estados Unidos para responder cuestionamientos sobre los hechos que llevaron a la empresa a falsear información.
Horn había emitido un comunicado el miércoles donde pedía “sinceras disculpas” por el accionar de su empresa y manifestó su total disposición a cooperar con las autoridades estadounidenses en la investigación que llevan a cabo.
De vuelta en Alemania, el nuevo presidente del grupo, Matthias Müller, declaró que al menos 4 empleados han sido separados de sus labores, y que hasta el momento no cuenta con elementos para asegurar que altos ejecutivos de VW estaban al tanto del fraude que se fraguaba. "¿A usted le parece que un patrón tiene tiempo de ocuparse de la vida interna de los software de los motores?”, aseguró categórico a un miembro de la prensa.