Friday, 26 de April de 2024
Jueves, 02 Julio 2015 11:10

Acosó compañeras, insultó al jefe… gana demanda por despido injustificado

Y en la gustada sección “Lo que callamos los Godínez…”

Por : Sopitas

Cuando se va a la fiesta de fin de año organizada en el trabajo, pese a que el alcohol corre alegremente y vemos al jefe bailando “La guaracha sabrosona”, la mayoría de los Godínez tiene un chip insertado que nos hace medianamente guardar la elegancia y etiqueta que la situación requiere…

Sin embargo, esto no sucedió con un empleado de una empresa de construcción australiana, quien en la última fiesta de Navidad después de chuparse 10 cervezas entró en modalidad “jocosa” y además de acosar sexualmente a sus compañeras, se aventó la puntada de mandar a la fregada al mero jefe…

Aunque pasó las vacaciones decembrinas creyendo que había sido el alma de la fiesta, a su regreso a labores -por ahí de enero- lo recibieron con la mala noticia: “estás despedido”… sólo que la empresa no contaba con que, en lugar de aceptar la decisión de la manera más honrosa, el empleado mala copa acudió a los tribunales correspondientes para denunciar despido injustificado…

Para sorpresa y envidia de todo aquel que ha tenido que aguantar de todo después de una noche desenfrenada de copas, la Comisión de Justicia Laboral (FWC) en Australia dictaminó que el Godínez en cuestión tiene la razón y más que un borrachín mala onda, fue víctima de las circunstancias, ya que sus jefes no estaban en la mejor posición de exigir un buen comportamiento de parte de los empleados en un evento en el que se “sirvieron cantidades ilimitadas de alcohol”.

“SI EL ALCOHOL SE SUMINISTRA DE TAL MANERA, SE CONVIERTE TOTALMENTE PREVISIBLE QUE ALGUNOS INDIVIDUOS CONSUMAN UNA CANTIDAD EXCESIVA Y SE COMPORTEN DE MANERA INAPROPIADA”, CONSIDERÓ ADAM HATCHER, VICEPRESIDENTE DE LA FWC.

Aunque no dejó de calificar de “aberrante” la conducta del empleado –cuyo nombre no fue revelado- Hatcher aceptó que no hay indicios de que éste haya incurrido en mala conducta en el lugar de trabajo. Por lo tanto, al ser una conducta “aislada”, la empresa tuvo que regresar el empleo al que ya no se le creerá cuando diga “estoy chupando tranquilo”.

Sopitas