Tras la explosión de dos polvorines clandestinos que dejaron siete muertos en un día en Santo Tomás Hueyotlipan y Tulcingo del Valle, el gobernador Miguel Barbosa exigió a los presidentes municipales supervisar que no laboren talleres sin permisos de Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Se registraron estos incidentes en lugares en donde no se tiene identificado que haya. Esto nos puede evidenciar hechos de que la gran preocupación es que estén diseminados en todo el estado. Yo le vuelvo a pedir a los presidentes municipales que no permitan el funcionamiento de estos talleres de pirotecnia, porque estos talleres de pirotecnia de manejo de explosivos sólo pueden ser autorizados por la Secretaría de la Defensa Nacional”, declaró el gobernador durante su rueda de prensa.
La responsabilidad de las muertes podría recaer en las autoridades municipales después de los hechos ocurridos en ambas demarcaciones, donde estallaron los polvorines en domicilios particulares que servían como talleres y manejaban pólvora y otros elementos que solo pueden utilizarse bajo supervisión y con permisos de autoridades federales.
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Si se quisiera ir a fondo en este asunto se tendría que determinar si funcionaban con el conocimiento de la autoridad municipal y habría responsabilidad de la autoridad municipal. Se los digo y he exhortado a los alcaldes para que denuncien la existencia de pirotecnia”.
La Secretaría de Salud mantiene la atención a víctimas de ambos siniestros. De las siete víctimas en Tulcingo, atendieron a tres pacientes: dos niños y un adulto. Uno de los niños, de diez años de edad, sufrió quemaduras en más del 80% de la superficie de su cuerpo y falleció. Hay una paciente en el Hospital del Niño Poblano y un adulto más en Traumatología y Ortopedia del gobierno del estado.
De la explosión en Zacaola, comunidad de Santo Tomas Hueyotlipan, resultó un hombre herido con quemaduras en el 90% de su cuerpo y tiene un pronóstico muy complicado.
Hasta el momento, por las explosiones de dos polvorines clandestinos se mantiene la cifra de siete muertos en ambos siniestros, según confirmó en la Secretaría de Gobernación del gobierno de Miguel Barbosa.
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