La pandemia de covid-19 ha sido una desgracia para los poblanos, pero para otros significó una oportunidad para reinventarse y ganarse la vida por amor al arte.
Así ocurrió con la familia de Yessica Torres, quienes al perder su trabajo al inicio de la contingencia sanitaria en marzo de 2020, decidieron salir adelante elaborando artesanías típicas del municipio de Izúcar de Matamoros que han resultado todo un éxito en México y otros países.
La joven de 27 años junto a su esposo Samuel Nájera y sus familiares Santiago Nájera y Luis Enrique Castillo, montaron un pequeño taller en la comunidad reconocida como la cuna del “Árbol de la vida”.
Gracias a la amplia experiencia de Samuel, quien elabora estas piezas desde los 14 años, empezaron a comercializar artesanías a base de barro policromado de diferentes formas, tamaños y colores en las que plasman las creencias, leyendas y tradiciones de la cultura mexicana.
“Al momento de quedarnos sin trabajo no supimos exactamente qué hacer, pero siempre hemos sido gente trabajadora, así que le echamos ganas para elaborar nuestros propios productos. Gracias a Dios tenemos trabajo todos los días, no tenemos descanso y nos ha ido muy bien”, dijo Yessica.
Los clientes buscan calidad y buen precio, por lo que pasan largas horas pintando cada detalle para que sus compradores queden más que satisfechos.
El Árbol de la Vida es una escultura basada en la historia de Adán y Eva en su paso por la tierra, que está adornado con flores coloridas, colibríes, mariposas y ángeles que reflejan la divinidad de la cultura de los pueblos ancestrales.
En muchos lugares, fue adoptado como un símbolo de fertilidad, amor, unión, armonía y dinero que se obsequiaba a las parejas recién casadas, con la esperanza de nutrir su matrimonio en el futuro.
Entre las piezas que han cautivado a sus compradores y que pueden alcanzar hasta un metro de altura, están el Árbol de colibrí y mariposas, animales considerados por los aztecas como una representación de las almas de valientes guerreros y mensajeros de los dioses; el árbol de la Virgen y los cráneos y árboles de muerte, como una ofrenda a las almas que abandonaron el mundo mortal.
También cuentan con juegos de collares y aretes hechas del mismo material.
Las piezas en miniatura (4 centímetros) pueden adquirirse por 80 pesos; los cráneos chicos por 130 pesos y los medianos en 700 pesos.
En cuanto a los árboles, el tamaño miniatura tiene un costo de 130 pesos; el mediano de entre 17 y 20 centímetros, 650; el de 31 centímetros, 750 pesos y el de 35 centímetros está en mil 300 pesos.
“No buscamos competir con otros comerciantes, nos enfocamos en ofrecer un precio justo que vaya de la mano con la calidad que ofrecemos. Pero sí damos precios más baratos que otros artesanos de por aquí”.
Su mercado se ha expandido a países como Estados Unidos, Canadá, Venezuela, Colombia, donde a diferencia de los mexicanos, valoran estas piezas de arte.
Su siguiente objetivo está enfocado a apoyar a su comunidad, pues si el negocio sigue creciendo, podrán ofrecer trabajo a las familias que han perdido su fuente de ingresos en los últimos meses.
Búscalos en redes sociales y apoya la producción de artesanías locales hechas 100% a mano.
Facebook: Kenia Alexandra Navarro Sambrano
Instagram: Artesanías Ramírez
🤩 La familia de Yessica Torres perdió el empleo por la #COVID19 pero eso no la detuvo y creó magnificas artesanías que...
Publicada por Revista Rayas en Sábado, 23 de enero de 2021