El Parque Ecológico de la ciudad de Puebla esconde Arboterra, un mundo secreto, lleno de aventuras y misterio que por las noches se abre a los poblanos y turistas que visitan la capital.
Si siempre te preguntaste qué harán las pequeñas especies en las noches o si se comportarán igual que de día, “El Talismán de la Conciencia”, un recorrido nocturno y una experiencia multisensorial, te dará las respuestas. Permite a sus visitantes adentrarse en el hábitat de las aves, las tortugas y hasta las víboras al caer la noche.
Todo comienza alrededor de una fogata, la explicación de dos aves que sobrevuelan el cielo nocturno es la primera parada. La lechuza y el búho virginiano, parecidos pero con diferencias abismales.
Entre ligeras ráfagas de viento se acerca una miembro de la tribu, está ahí para guiar a los exploradores a través del lago a la entrada de los túneles que esconden a las especies que habitan bajo tierra.
Más de cinco mil luces los reciben, los árboles ahora son morados, naranjas y hasta verdes fosforescentes, los ojos se iluminan a través de las caretas. El uso de cubrebocas es obligatorio, así como la toma de temperatura y el gel antibacterial o la “pócima antivirus”, un nombre ideal para que los pequeños comprendan la importancia de la salud.
Sobre un puente colgante, con el enorme domo de compañero comienza el video mapping. En la ciudad de Puebla, solo puede compararse al espectáculo que se proyecta en la Catedral los fines de semana.
Pequeños grupos máximo de seis personas, con previa reservación, llegan a las puertas del túnel, sólo aquellos de buen corazón podrán ingresar, aquellos que cuiden la naturaleza, aquellos que sean dignos de estar ahí.
Los exploradores se toman la salud muy en serio, por lo que si la familia es grande, es dividida en dos grupos y mientras unos integrantes viven la experiencia, los demás tienen la oportunidad de comer o comprar desde un lapicero hasta una sudadera que brilla en la oscuridad.
Palomas mensajeras, ratas topo desnuda, cucarachas de Madagascar y hasta langostinos de río los reciben. Un explorador divertido y participativo se une, logra que los datos sobre las especies sean fáciles de aprender, convive con los niños, los invita a preguntar y a interesarse por los animales, les crea conciencia ambiental. Los padres están felices y se toman fotos en cada oportunidad.
El árbol Arcano es impresionante, una escena no muy lejana a la visión de James Camerón con la película “Avatar”. Hay aves, plantas, tierra por doquier y un globo aerostático. La entrada a la aeronave es permitida, aquellos con buena condición física suben rápidamente para seguir la travesía.
En él gran árbol encontrarás una casa de madera, mapas y una ruleta que hará crear un compromiso con la naturaleza, desde no comprar vasos de unicel, hasta adoptar una planta y regarla tres veces al día.
El recorrido casi termina no sin antes admirar el video mapping proyectado en el domo, la historia del planeta, sus especies y el cuidado a la naturaleza, todo está esbozado sobre un enorme lago, los niños están fascinados, para algunas parejas es una cita romántica, un momento especial e inigualable, como lo es Arboterra.
El costo de entrada general a esta experiencia es de 500 pesos y comienza a las 7:30 de la noche, de miércoles a sábado, con previa cita. Pero si quieres llevarte un recuerdo y hacer un momento premium, el costo del boleto es de mil pesos e incluye cubrebocas temático, una foto digital, foto impresa, alimentos y bebidas.
Se encuentra dentro del domo del Parque Ecológico en avenida 35 Oriente 2403.
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Publicado por Revista Rayas en Domingo, 11 de abril de 2021
La Balsa y el Kraken
Es un restaurante que flota sobre el lago de las tortugas de agua dulce, con vista al domo del Parque Ecológico y con un menú amplio y delicioso.
Desayunos desde las 11:00 de la mañana hasta cenas personalizadas, pedidas de noviazgo y matrimonio. Todo es posible dentro del mundo de Arboterra.
Un lugar relajante para tomar un smoothie de guacamaya, un oasis o una cerveza en compañía de la familia, los amigos o la pareja. No es necesario realizar todo el recorrido, el restaurante es para quienes les abra el apetito.
Pizzas, dedos de pollo, bebidas refrescantes y el producto estrella la “Balsa burguer” una hamburguesa de res aderezada con champiñones al ajillo, cebolla caramelizada y mucho sabor.
Es al aire libre, con mesas en forma de zigzag con sana distancia y un máximo de seis comensales, solo con un 20% del aforo está permitido, la covid-19 así lo exige. El lavado de manos es esencial, los comensales son quienes toman los platillos de las bandejas para evitar que el personal de servicio interfiera en los alimentos.
Es un lugar íntimo, tiene la capacidad solo para cincuenta y cuatro personas, pero debido a la pandemia se redujo a dieciséis. Los desayunos comienzan a las 10:00 de la mañana y dan paso a la comida a la 1:00 de la tarde, el último comensal se irá satisfecho a las 9:00 de la noche para respetar el protocolo del Gobierno de Puebla.
