Con afluencia normal, plazas y restaurantes han transitado el día previo al Día de las Madres, en comparación con años anteriores. Incluso en 2020 se generaron aglomeraciones en distintos puntos de la ciudad, pese a que ya había iniciado la pandemia.
La zona de la Avenida Juárez lució este domingo desierta, a pesar de que los restaurantes abrieron sus puertas con las medidas de seguridad sanitaria necesarias para poder operar, y a que recientemente el gobierno del estado amplió el aforo permitido.
Con los centros comerciales sucedió lo mismo. Plaza Angelópolis registró el aforo normal que tiene los fines de semana, pues no hubo largas filas en la zona del estacionamiento para ingresar y únicamente se encontraba llena el área techada, pues el resto lucia normal.
Al interior de la plaza caminaban en su mayoría parejas, solo pocas familias. La mayoría de las personas se concentraban en las tiendas departamentales, donde realizaban la compra de sus regalos.
CENTRAL realizó un recorrido también en distintas pastelerías de la ciudad, las cuales no tenían filas, ni personas en su interior realizando su compra.
Este panorama fue diferente el 10 de mayo de 2020, ya que las pastelerías estuvieron abarrotadas de personas y aunque los restaurantes cerraron sus puertas el 1 de mayo, no impidió que los poblanos realizarán reuniones en sus casas.
En la primera ola de contagios de coronavirus, que fueron secuela del Día del Niño y el Día de las Madres se registraron en Puebla 2 mil 134 fallecidos y 18 mil 473 infectados, además se rompió el primer récord de hospitalizados con mil 18 personas internadas.
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En Plaza Dorada también se registró muy poca afluencia pese a que este centro comercial es uno de los más concurridos de la capital.
Aunque sí se logró observar a algunas familias que salían a pasear, el área de comida permaneció prácticamente vacía pues apenas algunas personas se sentaban para consumir alimentos.
En la parte comercial, pocas tiendas registraron afluencia, aunque los negocios más concurridos fueron las zapaterías, boutiques y tiendas de accesorios o de cuidado facial.
Sin embargo, las tiendas que sí tenían clientes no superaron el aforo permitido por las medidas sanitarias vigentes por la contingencia de coronavirus, pues apenas se observaban aproximadamente cinco personas dentro del local.
Incluso los restaurantes de la zona tenían la mayoría de sus mesas disponibles, ya que pocas personas llegaron a consumir dentro de los establecimientos de comida.