La tercera ola de contagios de coronavirus agravó más la situación económica de los artesanos y productores de miel de Cuetzalan, ya que llevan más de un año sin ingresos.
Rayas visitó a los artesanos de Cuetzalan y a don Ángel Méndez, un productor de miel que lleva más de 30 años dedicándose al arte de la apicultura, y es la primera vez desde que se dedica a este oficio que le ha ido mal.
Don Ángel mencionó que con el paso de los años se ha ido agravando más su situación económica, debido a que las abejas producen miel una sola vez al año, pero además la tala ha ido mermando el número de árboles de la región, por lo que las abejas no tienen a dónde poner sus panales.
Como si esto no fuera suficiente, la pandemia de coronavirus llegó a agravar la situación económica de don Ángel y otros productores de miel de la región, porque sus ventas son principalmente por la actividad turística en el Pueblo Mágico, pero desde que inició hace más de un año, no han llegado turistas.
Pero la situación de los productores de miel no es la única que está delicada, también las de las artesanas que hacen aretes, pulseras y collares de chaquira o macramé, así como canastos para lo cual utilizan la cáscara del árbol de jonote.
No hay eventos, ferias, festivales ni viajes de turismo, situación que ha llevado a agonizar la economía de los artesanos de Cuetzalan.