La Comisión de Derechos Humanos de Puebla incurrió en transfobia y desinformación al utilizar el “nombre muerto” de la activista Agnes Torres en una infografía con la que pretendían dar a conocer de qué se trata la “Ley Agnes” o Ley de Identidad Sexogenérica.
El “nombre muerto” o “dead name” es una acepción para la identidad anterior de una persona trans, el cual al ser utilizado se puede considerar como discriminatorio y hasta transfóbico. Además, en la imagen que este día se difundió a través de las redes sociales de la CDH Puebla, se dice que el caso fue tipificado como “crimen de odio” cuando no se daba siquiera la tipificación de la agravante en el estado.
Según explicó el activista Juan Corona, “técnicamente la figura jurídica homicidio gravado por razón de odio de preferencia sexual no existía” cuando fue asesinada Agnes Torres y en ese entonces no podía ser catalogado como crimen de odio.
Y luego Fiscalía ya lo investigó por robo de vehículo y homicidio agravado. Ojalá hubiera sido así, pero no sucedió. Caen en desinformación, dijo el activista.
Corona consideró además que uno de los puntos más importantes para las personas trans es el derecho a la privacidad, algo que se viola cuando usan su “nombre muerto”
Si una persona es reconocida vía administrativa o juzgado nadie te debe llamar como antes te llamabas. Violenta tu derecho a la privacidad. En el caso de Agnes se hizo toda una lucha para que se cambiara incluso después de su muerte, agregó en entrevista con CENTRAL.
El activista señaló que en otro material, un tríptico realizado por la CDH para personas que viven con VIH también cayeron en palabras y conceptos anacrónicos que denotaban la falta de capacitación entre sus funcionarios.
Es un tema que hemos tratado ya con la Comisión de Derechos Humanos pero no hemos tenido la mejor de las respuestas. Nosotros estamos abiertos por si necesitan acercarse y que podamos trabajar con sus dudas y que no ocurra esto, agregó Corona.