Puebla, 28 de marzo del 2024

Cosas que no debes decirle a alguien que empieza terapia

Por Betzabé Vancini / /
Cosas que no debes decirle a alguien que empieza terapia
Foto: Central

Tú, yo y el Ello...

Afortunadamente, cada día es más común que las personas decidan ir a terapia a trabajar en su desarrollo personal, o bien, a tratar algún conflicto que está incomodándoles en la vida. Sin embargo, nunca falta que esta buena iniciativa de ir iniciar un proceso psicoterapéutico se vea afectada, e incluso hasta juzgada por el círculo más cercano. Amigos y familia suelen no medir sus comentarios a la hora de “evaluar” el progreso que las personas hacen en terapia y esto, muchas veces desmotiva profundamente a la persona o bien, le hace sentir fuera de lugar en su familia o con su grupo de amigos a partir de hacer mejoras. Es por esta razón que decidí hacer una columna sobre las cosas que NO debes decirle a alguien que está iniciando terapia. 

Me ha tocado en múltiples ocasiones que amigos o conocidos me cuenten de alguien de su familia o su trabajo a quien “le urge” estar mejor o que está pasando por un mal momento y quieren que yo les dé tips para ayudarle a esas personas a mejorar su vida. Siempre empiezo con esta pregunta: “¿y esa persona quiere ir a terapia?” Si la respuesta es afirmativa, entonces les digo que la persona es la responsable de gestionar una cita con el psicólogo o psicoterapeuta de su preferencia e iniciar su proceso. Si la respuesta es negativa, les digo que no hay nada más que ellos puedan hacer más allá de ser amigos y escucharle. Y es que la decisión de ir a terapia debe ser tomada de manera libre, sin coerción de ningún tipo. 

Una vez que la persona se ha decidido a iniciar un proceso, hay una serie de cosas que debemos evitar decirles, y que, lamentablemente, son frases comunes que reciben de su familia o sus amigos; especialmente, cuando la persona empieza a modificar patrones de relación o hábitos y esto ‘incomoda’ a su círculo cercano. Por ejemplo, ya no dejarse chantajear por los padres o hermanos, o bien dejar de consumir alcohol, o romper con una relación dañina, entre muchos otros cambios que pueden verse a partir de la terapia.

Dentro de las frases que NO DEBES decirle a alguien que va iniciando terapia son: 

  • “Antes eras más agradable, ahora que vas al psicólogo todo te parece dañino o ya no te podemos hacer bromas”. Esto invalida los límites que la persona está poniendo y que pueden venir de que las bromas herían su susceptibilidad o su autoestima.
  • “Le pagas a alguien para que te diga qué hacer con tu vida.” Nope, los psicoterapeutas no decimos qué hacer con la vida, acompañamos un proceso profundo de autodescubrimiento en el que la persona decide a dónde quiere ir. 
  • “¿Sí le cuentas todo a tu terapeuta?” Pues claro que sí. Nadie en su sano juicio invertiría dinero y tiempo en mentirle a un profesional de la salud, sin embargo, sucede que los familiares o la pareja prefieren creer que el paciente ‘manipula’ al terapeuta, en lugar de dar espacio para que la persona tome sus decisiones o afirme sus emociones.
  • “Yo no veo que avances nada, estás peor.” Este es un clásico de la descalificación familiar y de pareja donde hacen sentir a la persona como si no tuviera progreso. Usualmente es una forma manipuladora de evaluar y de minimizar las necesidades y/o sentimientos del otro. Y creo que aquí tengo que ser muy clara: tú no eres quién para evaluar el avance de alguien en terapia, eso sólo lo puede evaluar la propia persona en conjunto con su terapeuta; todo lo demás son meras percepciones subjetivas y normalmente muy a conveniencia de quien emite ese juicio.
  • “Vas a necesitar ir al psicólogo toda la vida porque te vas a hacer dependiente.” No. Los psicoterapeutas trabajamos para que las personas encuentren y desarrollen sus propias herramientas para lidiar con la vida y para encontrar su libertad. Una vez completado este trabajo, la persona vive su vida y únicamente vuelve a terapia si las circunstancias se vuelven abruptas y requiere retomar su proceso. No es necesario estar siempre en terapia, debe verse como algo que se retoma ‘por temporadas’.
  • “Los psicólogos son para locos.” Esta de s mi favorita, la verdad. Porque es la cúspide de la ignorancia. Creer que alguien que quiere mejorar su forma de vivir está loco es casi como creer que quien va al médico se quiere morir. Es precisamente lo opuesto. Yo siempre le digo a la gente que yo no trabajo con locos, yo trabajo con gente normal que quiere desarrollarse y mejorar su vida. Los locos están allá afuera creyendo que no necesitan terapia. 

En lugar de eso, prueba con estas cosas que SÍ puedes decir:

  • Me da mucho gusto que estés trabajando en sentirte mejor.
  • No sé qué opinar al respecto, quizá es mejor que lo hables con tu psicólogo/a.
  • Me da gusto verte bien.
  • Si sientes que yendo terapia estás mejor, seguro que así es. 
  • Confío en que sabes cuáles son tus necesidades y vas a atenderlas. 

Finalmente, muchas de nuestras actitudes influyen de manera directa sobre la motivación que puede tener alguien para mejorar su vida, sus relaciones y su estado de ánimo. Hay que hacernos responsables de esa parte y aplicar la máxima de “mucho ayuda el que no estorba,” así que si no tienes nada bueno qué decir sobre la terapia o el proceso de alguien, mejor no digas nada. Si tú no deseas iniciar un proceso terapéutico, está bien, pero no juzgues a quien sí lo hace. Dale oportunidad a tus seres queridos de crecer y buscar herramientas como ellos crean mejor. La terapia es un proceso que empieza solo cuando estamos listas/os para hacer cambios fuertes y crecer.

Como siempre, estaré atenta a todas tus preguntas y comentarios vía Twitter. Me encuentras como @betzalcoatl