La venta de dulces típicos es una tradición familiar para Felipe Rangel, su local está ubicado en el corazón del Centro Histórico de Puebla, en la famosa "Calle de los Dulces", la que ha soportado años de historia, ambulantaje y actualmente, la pandemia de covid-19.
En esta temporada de Día de Muertos, la elaboración y venta de calaveritas de dulce son la salvación a tres meses de cierre por la contingencia sanitaria.
Como muchos locatarios, Felipe se vio afectado por la determinación del gobierno del estado de cerrar los negocios no esenciales para bajar los contagios, y de la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco de cerrar el primer cuadro de la ciudad, pero eso no impidió que para este 28 de octubre tuviera listas las calaveritas de azúcar y chocolate que adornan las ofrendas de los poblanos.
La Dulcería Licha es uno de los pocos negocios que personaliza el nombre del familiar que pereció, en cada dulce al momento de la compra.
Hay de azúcar que van desde los tres hasta los ochenta pesos, de chocolate de siete a 60 pesos y de amaranto.
Para exaltar el orgullo mexicano, cuenta con calaveritas con sombrero y para aquellos que combinan el halloween con el Día de Muertos, tiene de colores: azul, verde, rojo y hasta negro con arañitas blancas.
Además, elaboran los típicos dulces poblanos como los borrachitos, camotes, tortitas de Santa Clara, jamoncillos, polvorón sevillano, obleas, muéganos, refrescos de Zacatlán y hasta mole poblano.
Si ya se te hizo agua la boca o quieres adquirir una calaverita con el nombre de tu familiar, puedes encontrarla en la avenida 6 Oriente número 15 en la capital poblana.
