Hace 5 meses, en este mismo espacio, abordé el tema de las fotomultas bajo la premisa de que en 2013, Puebla fue de las primeras ciudades en aplicar con éxito un programa enfocado a la reducción de muertes y lesiones por accidentes de tránsito, con el nombre de “Monitor Vial”.
Lo que en su momento se denominó “Monitor vial”, pero coloquialmente fue conocido como “fotomultas”, fue objeto de una embestida por parte de sus críticos, sin embargo, hoy varios de ellos le ven ventajas de diversa índole, incluyendo la de tipo político y recaudatorio, ya que ahora el contrato firmado es 5 veces superior al anterior y habrá que recuperar por lo menos la inversión.
La animadversión hacia dicho programa fue tal que hubo quienes incluso se robaron algunas cámaras de las que estaban instaladas en las principales vialidades de la ciudad, en el sur para ser exactos, para hacer fracasar esta iniciativa. Peor aún, las conservaron como trofeos de guerra.
Menos mal que dicho programa no se fue al bote de la basura y que la experiencia obtenida de la primera etapa va a ser útil para seguir salvando vidas y evitar gastos en atención de lesiones y discapacidades, pero sobre todo abatir el empobrecimiento de las familias cuando uno de sus integrantes se ve envuelto en un accidente de tránsito por conducir a exceso de velocidad y tienen que deshacerse de todos sus bienes.
Por cuanto a la tecnología de punta que van a tener tanto los radares como las cámaras, es evidente que en los últimos años, si no es que meses, todo ha evolucionado, mal haría el gobierno del estado en utilizar la misma con que inició el programa en 2013.
Un punto importante es la velocidad máxima para cada vialidad, ya que hay quienes señalan que habría que cambiarlos para que no sea tan lenta la circulación. Sin duda habrá que hacerlo, pero solo en aquellas avenidas donde hoy la velocidad máxima es de 30 Km. por hora, ya que eso sí genera embotellamientos y contaminación.
Las demás vialidades, como el Periférico Ecológico donde la velocidad máxima es de 90 Km. por hora, así como Boulevard Atlixcáyotl y Recta a Cholula con 80 Km. por hora, deberán mantener el límite, ya que los límites fueron calculados en forma científica y luego de una serie de pruebas de frenado en diversas condiciones de asfalto, concreto hidráulico y cantidad de agua o grava sobre la superficie de rodamiento.
Respecto a los beneficios adicionales de las “fotomultas”, como la identificación de vehículos robados y probables responsables de un delito, no hay ninguna novedad en la materia ya en 2014 las cámaras contribuyeron en que en todo el estado de Puebla se robaran únicamente 2 mil 309 vehículos, a diferencia de los 11 mil 531 que se robaron en 2019, es decir, 400% más hoy que antes.
Lo anterior contrasta con lo dicho por algunos columnistas y políticos recientemente, que 2013 y 2014 fueron los años cuando se incrementó exponencialmente la delincuencia. A ellos les recomendaría revisar las cifras no solo de robo de vehículo, sino también de homicidio doloso, robo a transeúnte, robo a casa habitación y robo a negocio, así como los de percepción de inseguridad en la capital del estado
Por lo pronto les recuerdo que los avances obtenidos durante la primera fase de “Monitor vial” en 2014, no estaban en función de la cantidad de cámaras y radares, sino de la respuesta de la mayoría de los conductores que decidieron hacer suyo el programa desde agosto de 2013, pasando de 90 mil conductores que violaron el límite de velocidad el primer día a únicamente 3 mil en promedio diario.
Esto permitió lograr los siguientes resultados.
89% menos muertes respecto del mismo periodo anterior
85% menos lesionados.
78% menos accidentes.
Versión no contada.
Hoy ocuparé este espacio para formular una pregunta cuya respuesta les causará risa a algunos, mientras que a otros tal vez preocupación.
¿Alguien se ha preguntado por qué en su momento sólo se enviaron fotografías de la parte trasera del vehículo y únicamente del sitio donde va la placa de circulación?
La respuesta es muy sencilla, porque enviar una fotografía completa de frente o de la parte trasera del vehículo, violaría la privacidad de las personas, pero sobre todo porque podría ser causal de divorcio. Ahí se las dejo para la reflexión.