Violencia familiar, todo indica que se incrementó en confinamiento

Por Facundo Rosas / /

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Por más que el titular del ejecutivo federal niegue que la violencia familiar contra las mujeres ha aumentado durante el confinamiento generado por la crisis del coronavirus y que el 90% de las llamadas recibidas en el teléfono de emergencias 911 sobre esta problemática son falsas, la existencia de otros datos oficiales lo contradicen.

La razón es que la información procedente del 911 no solo registra llamadas para denunciar violencia contra las mujeres, sino situaciones de emergencia de toda índole, por lo que no se puede generalizar que el 90% de las llamadas tienen que ver con bromas y por tal motivo son improcedentes.

Quienes nos hemos dedicado a atender directamente y dar seguimiento a este tipo fenómeno en algún momento de nuestra carrera, hemos confirmado que efectivamente un alto número de llamadas, son de broma o improcedentes y que este es cercano al 80%.

Sin embargo, no se puede concluir que la proporción de llamadas procedentes e improcedentes sobre violencia familiar sea la misma que las de emergencia por incendio, fugas de gas o agua, inundaciones, accidentes de tránsito, riñas callejeras, agresiones, disparos de arma de fuego, presencia de personas consumiendo alcohol o droga en la vía púbica o bien reportes de robo de vehículo, autopartes, a casa habitación, transportista, transeúnte o negocio. 

Cada una de estos temas presenta un patrón distinto y en el caso de violencia contra las mujeres la proporción de llamadas de broma o en falso es menor comparada con las relacionadas con emergencias, por lo que no se puede generalizar que la misma proporción aplica para todo lo que se denuncia en el 911. 

Además, habrá que tomar en cuenta que en materia de violencia familiar la cifra negra es de al menos 93%, por lo que se estima que de cada 10 casos solo uno se denuncia; los restantes 9 se quedan en casa, con mayor razón si las restricciones de movilidad dificultan que las víctimas acudan a las Agencias del Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado, peor aún, tienen que regresar a ratificarla para que sea válida y pueda ser reportada al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

No estaría mal que una vez superada la etapa de confinamiento se pudieran realizar las denuncias por este delito y tuvieran el mismo efecto que si se efectuaran en tiempo real; de esta forma al riesgo de sufrir violencia familiar no se le agregaría contagiar o contagiarse de coronavirus por romper el confinamiento, peor aún, que te detengan por el “Hoy no circula”

Por si esto no fuera suficiente, mujeres que han sido víctimas de violencia física tampoco han podido acudir a los hospitales porque la mayoría de ellos están dando prioridad a los pacientes por coronavirus, razón por la cual no habrá registros completos en el área de epidemiología del Sector salud.

Con la información incompleta, cada día es más difícil diseñar una política pública en materia de violencia familiar contra las mujeres, por lo que se vuelve necesario recurrir a otras instancias, tanto oficiales como de las organizaciones de la sociedad civil, que por fortuna cada día son más.  

Una de las fuentes de información más confiables y que viene construyéndose desde hace dos sexenios es el Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (BANAVIM), dependiente de la Secretaría de Gobernación y operado por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM).

Dicha instancia registra de manera electrónica y atiende las denuncias iniciadas en todo el país por violencia contra las mujeres y también es responsable de la Declaratoria de Alerta de Violencia de Género, que para el caso de Puebla el 8 de abril del 2020 cumplió su primer año de haber sido emitida, sin que se haya informado de los avances.

Además, el BANAVIM registra las órdenes de protección emitidas por el Ministerio Público o el Juez inmediatamente que conozcan de hechos probablemente constitutivos de infracciones o delitos que impliquen violencia contra las mujeres.

Justo en esta coyuntura el BANAVIM reportó que entre la primera quincena de abril (cuando dio inicio la emergencia sanitaria y junto con ella el confinamiento de la mayor parte de la población en sus hogares) y la primera de mayo (que en teoría marca la mitad de la emergencia), las denuncias por violencia contra las mujeres, se incrementaron en 74%, al pasar de 6 mil 193 a 10, 827 casos. Asimismo, registró 1,517 órdenes de protección.

Además, confirmó que el 80% de los agresores son hombres, cuya edad promedio es de 36 años y su máximo grado de estudios la secundaria. Un dato a destacar es que el 3% de los agresores son mujeres.

La Red Nacional de Refugios reportó que las llamadas de auxilio por violencia de género durante la fase de confinamiento, fue de 80%.

Por su parte la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) informó que las llamadas relacionadas con violencia familiar registradas en el teléfono 911 aumentaron 22.8%, al pasar de 52 mil 800 en febrero a 64,858 casos en marzo del 2020.

Mientras que el SNSP informó que durante el primer trimestre del 2020 fueron recibidas en el teléfono 911 un total de 3 millones 963 mil 860 llamadas, de las cuales el 4.29% tuvieron que ver con violencia doméstica, equivalentes a 170 mil 50 llamadas, antes de determinar si fueron procedentes o improcedentes, falsas o reales.

En términos comparativos, en marzo del 2020 se recibieron 26 mil 171 llamadas relacionadas con violencia doméstica, mientras que en el mismo mes de 2019 se recibieron únicamente 21 mil 628 llamadas, es decir, que en marzo del 2020 las llamadas de este tipo se incrementaron en 21%

En cuanto a Carpetas de Investigación por violencia familiar reportadas al SNSP entre febrero y marzo del 2020, como lo anote en este espacio, se incrementó en 23% en el estado de Puebla y 14% a nivel nacional.

En la víspera de que el SNSP publique las cifras oficiales con corte al mes de abril del 2020, es de esperarse que la tendencia al alza no cambie y hoy por la noche se confirme que la violencia familiar, en particular en contra de las mujeres durante el primer mes completo de confinamiento se habrá incrementado y que el titular del ejecutivo federal no disponía de los datos completos.

Versión no contada

Hoy nuevamente me remitiré a ese gran laboratorio que fue Ciudad Juárez, Chihuahua entre 2010 y 2011, donde autoridad y sociedad civil organizada, léase empresarios, maquiladores, médicos, abogados, comerciantes, defensores de derechos humanos, líderes vecinales y académicos, aprendimos juntos y resolvimos en su momento el problema de la violencia.

Tan trascendentes fueron sus resultados que representantes de la actual administración federal acudieron para platicar con los actores sociales de aquel entonces para aprender de ellos; el resultado fue que retomaron el modelo de Mesa de seguridad y lo nombraron Mesas de Coordinación para la Construcción de la Paz.

A propósito de la discusión que se generó la semana pasada cuando el titular del ejecutivo federal dijo que el 90% de las llamadas sobre violencia contra las mujeres eran falsas, va una serie de datos duros registrados en Ciudad Juárez sobre las llamadas recibidas en el teléfono 066 entre 2010 y 2011, antes de que fuera sustituido por el 911.

Entre abril y noviembre del 2010 se recibieron 1 millón 4 mil 824 llamadas, de las cuales 806 mil 105 fueron improcedentes o en falso, equivalentes a un 80%, mientras que 198 mil 719 fueron procedentes.

Las razones de improcedencia fueron porque colgaron en 324 mil 299 casos; en 205 mil 602 casos fueron bromas; en 167 mil 569 casos no se inició diálogo alguno; en 24 mil 518 casos se trató de transferencias que no se consumaron; en 4 mil 633 casos marcaron equivocadamente y en 79 mil 484 casos pedían informes de diversa índole, pero no relacionadas con emergencias o denuncias.

En cuanto a las procedentes, los casos de violencia familiar se ubicaron en primer lugar con el 8.2%, seguido de alarma activada en negocio con 6.3% y solicitud de apoyo para enfermo con 3.7%.

Ahí están los datos por si sirven de referencia para no solo se diga que el 90% de las llamadas de violencia familiar contra las mujeres son falsas.