Durante toda la pandemia, el desbordamiento de ambulantes en el Centro Histórico de Puebla fue una constante en la capital, siendo uno de los problemas que ha marcado los dos años de administración de Claudia Rivera.
El comercio informal ha sido una competencia desleal, principalmente para el comercio establecido, quienes pagan rentas y aun así tienen que costear las cuotas a los líderes de las organizaciones para que les permitan promocionar su mercancía fuera de sus propios negocios.
Este es el caso de las papelerías en el Centro Histórico de Puebla, quienes, además de las bajas ventas por el ciclo escolar online, acusaron que deben pagar hasta mil 500 pesos a los líderes de comerciantes ambulantes de la zona para que les permitan colocar su mercancía fuera de sus negocios.
En el caso del sector empresarial, este año impulsaron la décima edición del Buen Fin 2020 con una duración de 12 días, para impulsar una pronta recuperación en la economía ante la crisis por la pandemia de la covid-19; sin embargo pidieron ayuda a las autoridades para evitar que los ambulantes invadieran la 5 de Mayo con este motivo.
Pese a esto, el 16 de noviembre se acabó el pacto que los ambulantes tuvieron con la Secretaría de Gobernación, y cientos de puestos volvieron a instalarse en el Centro Histórico de Puebla para la última semana del Buen Fin.
Además, el 26 de noviembre, elementos de Vía Pública del Ayuntamiento de Puebla intentaron retirar a los ambulantes que se habían instalado en el Zócalo de la capital, y fracasaron. Los informales aseguraron que tenían el permiso de la Secretaría de Gobernación Municipal, presidida por René Sánchez Galindo, para trabajar en esta zona.
Ante el desbordamiento de los vendedores informales, el 3 de diciembre, el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta atribuyó los 244 nuevos contagios de coronavirus de ese día y el repunte de casos, al comercio informal en las calles de Centro Histórico, permitido por la administración de Claudia Rivera Vivanco.
Para corroborar, CENTRAL realizó un recorrido por la calle 5 de Mayo el 8 de diciembre, donde se encontró que el Ayuntamiento intentó controlar la sana distancia con vallas metálicas, pero los informales las aprovecharon para colocar su mercancía, y una sorprendente cantidad de personas se amontonaban sin precaución sobre esta avenida para hacer sus compras de fin de año.
VER: En la 5 de Mayo no caben todos: ambulantes, comerciantes y transeúntes se amontonan
El colmo llegó el 11 de diciembre, cuando Andrés de la Luz Espinoza, presidente de la Asociación de Centros Comerciales de Puebla (Acecop), reveló que la invasión del comercio informal llegó hasta los centros comerciales de la ciudad de Puebla en donde se han contabilizado entre 300 y 500 informales establecidos en los alrededores.
VER: Ambulantes también invaden centros comerciales de Puebla; Acecop pide regulación
Hasta el último mes de este año, las calles del primer cuadro de la ciudad siguen repletas de vendedores ambulantes, quienes son una competencia desleal para los comercios establecidos que aún con las fiestas navideñas, se han recuperado mínimamente a la crisis generada por la pandemia.