Los detenidos por el asesinato de los estudiantes de Medicina y el conductor de Uber en Huejotzingo están vinculados a una banda dedicada al robo de vehículos que operan en la zona, reveló el titular de la Secretaría de Gobernación, David Méndez Márquez.
En entrevista, el funcionario local adelantó que la Fiscalía General del Estado (FGE) está realizando cateos en inmuebles, producto de la detención de tres personas y han detectado que hubo otros implicados en los homicidios.
Señaló que, al momento, los detenidos fueron reconocidos como parte de una banda dedicada al robo de autos, por ello se estableció como la principal línea de investigación que los jóvenes pudieron poner resistencia ante el asalto, situación que causó que los delincuentes dispararan contra ellos.
La principal línea es la del robo del vehículo parece ser que estos individuos formaban parte de una banda que a eso se dedican lo que tenemos que clarificar es si esta situación tan violenta que se acabó presentando con los jóvenes tuvo como producto algún tipo de resistencia que ellos hayan interpuesto”, expresó.
Sin embargo, dijo que la segunda línea de investigación apunta que los estudiantes pudieron tener alguna confrontación con sus asesinos en el marco de su asistencia al carnaval de Huejotzingo, realizado durante el fin de semana. Después de tomar el Uber, los jóvenes y el conductor habrían avanzado para después ser interceptados, esto fue señalado luego de que se mostrara un video en el que los jóvenes ingresaron al vehículo en calma y sin situaciones que pusieran en riesgo su vida.
Por otra parte, Méndez Márquez indicó que el gobierno está generando todos los mecanismos institucionales para facilitar la entrega de los cuerpos a sus distintos lugares de origen, estableciendo contacto con las familias y con el Instituto Nacional de Migración (INM).
Cabe recordar que fue la mañana del 24 de febrero cuando fueron encontrados los cuerpos de cuatro personas. Tres hombres y una mujer en la junta auxiliar de Santa Ana Xalmimilulco. Al poco tiempo, se confirmó que dos de los cadáveres correspondían a estudiantes originarios de Colombia, uno más de Veracruz y a un conductor de Uber.
