¿Por qué cierran los fideicomisos?

"La moral es una enfermedad que se cura con el tiempo", por Gabriel García Márquez

¿Cuál es el problema con los fideicomisos? ¿Por qué esa decisión extrema de desaparecer 106 de estos organismos sin languidez? Esto no está fuera del índice de la 4T, ya que el 2 de abril de este año se publicó en el Diario Oficial de la Federación la prohibición de crear nuevos formatos de este modelo para la administración de recursos públicos. Yo tengo mi propia hipótesis que responde a las preguntas anteriores y que podría ser similar a lo que está pensando el gobierno actual.

Por principio de cuentas, tenemos que entender que es un fideicomiso, y no es más que un contrato firmado entre dos o más partes, pero administrado por un tercero. He aquí creo que viene el problema, los sistemas de administración de estos formatos son generalmente llevados por bancos privados, con claro obscuros en sus formas de administrarlos.

Mi hipótesis para que haya surgido la desaparición de estos formatos de asignación de recursos del pueblo son la difícil auditoría del uso de los recursos, la triplicidad la administración de estos, el desvío de recursos fuera del objeto del fideicomiso y la ejecución de dinero estatal por parte de privados.

Por principio de cuentas, los funcionarios públicos que eran asignados para dirigir algún fideicomiso, tenían una fruición permanente porque estos mecanismos permitían la libertad discrecional de asignar el recurso a libre albedrio. En estos formatos semi-públicos es posible desviar recurso sin que sea fácil auditar las salidas de recurso. En la estafa maestra se identificaron muchos fideicomisos participantes en el desvió de los 3.4 mil millones de pesos.

En el caso de la administración de este instrumento, hay una triplicidad de las funciones, ya que se encuentran los administradores del fideicomiso, los administradores bancarios del instrumento y los funcionarios públicos que vigilan ambas administraciones. Esto hace muy costosa la operación de estos recursos. Sumado a las comisiones que cobran los bancos por ser los “managers” del instrumento, en ocasiones las tarifas están entre el 0.5% y el 4%; cada uno tiene su propia regla de tarifa administrativa.

Algo que es inaudito, es que el sector público se haya desecho de la facultad de administrar estos 68 mil millones de pesos, dando preferencia a que privados los administren; es decir, el gobierno les pagaba a privados para que hicieran su “chamba”. Adicionalmente había fideicomisos muy pequeños, que solo administraban de entre 3 a 5 millones de pesos.

Aunque esta propuesta ha generado mucho ruido político, en realidad seguirán operando algunos otros fideicomisos porque el monto total de dinero público dirigido a fideicomisos es de 254 mil millones de pesos.

Causa mucho ruido escuchar que desaparecen los recursos para la ciencia, el cine, la salud, FONDEN, entre otros. Pero esto ¡es mentira!, es importante mencionar que el titular de la Secretaría de Hacienda ha afirmado que esos recursos no desaparecerán, más bien se ejercerán directamente por los ejecutores del presupuesto federal.

Los fideicomisos son un excelente instrumento en mecanismo de inversión privada, ya que se sigue al pie de la letra lo convenido en un contrato, el único problema es que son caros de mantener.

Amigos, esperemos a ver que resulta en este debate por autorizar la desaparición de esos 109 fideicomisos.

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