La exhibición del Club América en la Copa GNP es de preocuparse. No le pudo anotar gol a un Pumas que se cae a pedazos, fue humillado por Cruz Azul que hizo lo que quiso y finalizó siendo exhibido defensivamente por Chivas. Arrancarán la Liga MX bajo presión.
Tampoco podemos meter a todos en una misma canasta: Córdova fue el único que demostró ganas y trató de respetar el escudo como se debe. Todos los demás se veían apáticos, sin ganas, jugando un fútbol muy pobre, como si la camiseta que representan fuera una del montón.
Americanistas, no se quieran engañar o justificar: los clásicos son para ganarse y les apuesto que hubieran dado todo por ganar, gustar y golear en los tres partidos mencionados anteriormente.
Tampoco le carguemos toda la culpa a Guillermo Ochoa. Les recuerdo que fue guante de bronce y plata en los últimos dos mundiales. Además, todos conocemos cómo se maneja el guardameta, le cuesta tomar ritmo, pero una vez que lo hace, no hay nadie que pueda acercarse a su nivel.
Más allá de lo futbolístico, lo preocupante es la falta de identidad de los futbolistas con la camiseta. Se vale perder los partidos, lo que molesta y preocupa son las formas. Ya no hay futbolistas en el plantel como Cuauhtémoc, un tipo que te pegaba un grito cuando las cosas no salían y, por su jerarquía, sólo te quedaba agachar la cabeza y tratar de mejorar tu juego.
Tristemente, el equipo no tiene realmente un líder y está conformado de puro futbolista que se cree intocable. Sólo que se les olvida una cosa: nadie está por encima del club.
También sería bueno recordarle a Miguel Herrera que para el americanismo es uno más. ¿Por qué? Porque la afición del América es una que te exige algo más que sólo títulos para recordarte en la posteridad. Y sus equipos, no gustan en lo absoluto.
Legendario el equipo de Mario Carrillo, le fueras o no al América, tenías que reconocer que eran un avión. Pasan los años y la gente sigue hablando de lo increíble que era verles jugar.
Esperemos que sean lo suficientemente humildes para reconocer que las cosas no estaban saliendo bien y que es momento de ponerse a trabajar, porque si no lo hacen, no aspiran a nada y será un torneo muy largo para todos los azulcremas.
Se tiene el equipo para dar algo más que sólo vergüenza, como hasta ahora.
