Hablar del Puebla es hablar del campeonísmo y, sin duda, una de las piezas más importantes de ese equipo era Carlos Poblete. Imposible no emocionarse al saber que un tipo que tiene tatuada La Franja en el corazón ocupará un lugar importante dentro de la institución.
Hace unos días, tuve la oportunidad de estar en una charla que sostuvo con el exitoso equipo del Antidoping comandado por César Gonzalo, y era visible la ilusión que tenía la leyenda camotera por poder asumir el cargo. También fue muy claro: sólo estarán los que entreguen resultados.
La afición confía en que el Búfalo regresará esa esencia que caracterizaba al club y que hace mucho ya se había perdido. Morir en la línea partido tras partido, jugadores que estén comprometidos con el club y quieran trascender con él. Basta de sólo pensar en no quedar hasta debajo de la tabla, es momento de tener la mira en lo más alto.
Otra de las virtudes que tiene el nuevo director deportivo del Puebla, es que entiende la importancia y sabe cómo sacar lo mejor de las fuerzas básicas. Estoy seguro que bajo su gestión, nuevos y talentosos futbolistas de casa podrán subir y consolidarse dentro del primer equipo.
Una de las ventajas que puede presumir Carlos es que, a diferencia de la mayoría de los directivos, él tiene el respaldo y cariño de toda la afición. ¿Por qué? Porque se lo ha ganado a pulso, en cada uno de los cargos que ha desempeñado ha dado lo mejor y sólo para el beneficio de los camoteros.
El Puebla no sólo contrató a un tipo que trabajará día y noche para buscar lo mejor para el equipo, sino que, para la afición poblana, como ya lo mencioné anteriormente, el nombre de Carlos Poblete pesa y mucho. Habrá gente que se vuelva a identificar con el club, que vuelva a creer en un proyecto.
De una u otra manera, La Franja mandó el mensaje: vengan y vuelvan a creer, que esta vez haremos bien las cosas.
Querido Búfalo: Todos los camoteros están esperanzados y confían en que le darás una cara nueva al equipo. Esperan que haya futbolistas que sientan como tú la camiseta del Puebla. El camino de la reestructuración será muy largo, pero todos esperan que sea de tu mano. Por favor, Carlos, no falles y sigue escribiendo con letras doradas tu nombre dentro del fútbol mexicano.
Y para todos los enfranjados que han estado en las buenas y en las malas: esta vez, SÍ se vale ilusionarse.
Al menos yo lo estoy.
