Ante la angustia de encontrar el tratamiento ideal para el covid-19, enfermedad producida por el virus SARS-coV-2, y que por el momento al inicio de este mes de agosto no tenemos un medicamento que sea certero para combatir este virus, distintos países han hecho esfuerzos para darle al mundo una vacuna contra este mal que ha quitado la vida a miles de personas en todo el mundo.
Al final del túnel tenemos la esperanza que se está desarrollando del otro lado del mundo, específicamente en Rusia, ya que experimentalmente entre los voluntarios clínicos que han recibido la vacuna, no se han encontrado efectos secundarios hasta el momento.
Lo que sí es que tendremos que esperar a finales de este año, que es cuando el país rojo promete industrializar dichas vacunas, se está priorizando el desarrollo por el Laboratorio de Investigación en Epidemiología y Microbiología Nikolái Gamaleia y, al mismo tiempo, en el Centro estatal de Investigación Vektor, en Siberia que trabaja en otra vacuna, cuyas primeras dosis deberían estar listas a partir de octubre.
En cuanto a nuestro país, sabemos que México entrará en un protocolo de desarrollo de Sanofi-pasteur, el cual es líder mundial en la producción de vacunas, empresa que previene influenza, dengue, enfermedad meningocócica, difteria, tétanos, poliomelitis, Haemophilus influenzae b, Tos Ferina, hepatitis B, entre otras.
En total, son 20 enfermedades infecciosas que cada año proveen de más de mil millones de dosis para inmunizar a más de 500 mil personas en todo el mundo.
Y lo cual fue confirmado por el canciller de nuestro país, Marcelo Ebrard, quien anunció la incorporación de México a la fase 3 del protocolo para la vacuna contra Covid-19. Es decir, que se harán pruebas en nuestro país donde se sumarán mexicanos a los 35 mil voluntarios en todo el mundo y con esto tendríamos acceso temprano a la vacuna resultante.
Con todo esto la suma de esfuerzos de varios países por lograr una vacuna, se está desarrollando y probablemente a finales de este año 2020 o principios del 2021 tendremos una vacuna a la que podamos tener acceso. A esos voluntarios anónimos que recibirán la vacuna experimentalmente en pro de la vida de muchos otros compatriotas, les decimos que también son héroes sin capa.
