Agotada, lo primero que haces al llegar a casa es acostarte sobre el sillón y prender la televisión. Todo es perfecto hasta que una bola de pelos capta tu atención. Cautivada la vez deslizarse de un extremo a otro de la habitación, al tiempo que te preguntas: ¿cómo llegó ahí si acabas de llevar a la estética a tu perro?
¿Por qué son peligrosos los pelos de tu mascota?
Puede que ya estés acostumbrada a este problema peludo. Sin embargo, esos pelitos deben ser controlados. De acuerdo a la doctora Jane Heller de la Universidad Charles Sturt, “las mascotas no son estériles, es decir, siempre hay una posibilidad de que transfieran bacterias o parásitos, en especial si comparten la cama o el mismo ambiente”.
Lo anterior no significa que tu mejor amigo es una amenaza en cuatro patas. Simplemente hay que llevar a cabo algunas precauciones:
Lavar tus manos después de acariciar o jugar con tu mascota.
Mantener un control regular sobre su higiene.
Levantar sus heces con prontitud.
Limpiar continuamente la casa para evitar la acumulación de pelo.