Hecho en Puebla

#HechoEnPuebla Conoce a DEIMOS, los niños poblanos que representarán a México en el Torneo Mundial de Robótica en Estados Unidos

- Foto: Salvador Rugerio

Algunos niños y niñas cantan, otros bailan, otros más son estrellas del deporte y hay quienes a tan corta edad, alcanzaron a la tecnología y ahora no hay nadie que los detenga, es por ello que DEIMOS ha demostrado que nunca se es demasiado joven para iniciar a construir los más sorprendentes robots mientras te diviertes.

Por Carmen González/@carmenldn /

La genialidad y creatividad que las futuras generaciones están trayendo a la época actual no tiene comparación, es por ello que los espacios recreativos y de aprendizaje de la ciudad de Puebla, impulsan este talento para convertirlo en el mejor aliado para cuidar y utilizarlo a beneficio de la humanidad.

Es exactamente lo que DEIMOS, un equipo de pequeños poblanos quiere lograr. Todo comenzó cuando estos amiguitos se conocieron en Tecnobotics Puebla, un lugar que promueve el conocimiento e interés en las nuevas tecnologías a través de dinámicas divertidas que a los niños les gustan, pues aprenden mucho y al mismo tiempo se divierten.

En entrevista con CENTRAL, este gran equipo se mostró muy contento de compartirnos los detalles sobre su próxima aventura como participantes del Torneo de la Liga Internacional de LEGO en Estados Unidos y también todos los pequeños grandes pasos que los han llevado tan lejos como se lo han propuesto,

Es por ello que Mateo, Octavio y Emilio junto con la profesora Maru Villazetín nos contaron un poco sobre sus logros a una edad en la que muchos creerían, no es la más apta para “jugar” con robots, pero en realidad va más allá.

Tecnobotics en Puebla

Los integrantes de DEIMOS tienen entre 10 y 13 años y ya han participado en varios torneos regionales, donde recientemente ganaron su pase para viajar a Estados Unidos en un torneo de robótica creado por la Fundación de la Liga Internacional de LEGO.

Tecnobotics nació en Puebla hace 12 años y hasta la fecha cuenta con varias sedes en la zona centro del país, como Ciudad de México, Valle de Toluca, Bosques del Lago, Orizaba e Hidalgo, todos estos lugares ya se han distinguido por ganar torneos de drones a nivel internacional.

El equipo de 4 maestros que trabajan en el instituto son liderados por el ingeniero José Antonio Pérez. Todos ellos son profesionales expertos en el tema y ayudan a que se difunda el uso de la robótica en México, pues el potencial y talento es grande.

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Aunque muchos de ellos se inscribieron en etapas diferentes, hubo algo que los unió desde el principio y fue su pasión por la robótica.

“Una vez mi mamá encontró Tecnobotics cuando caminaba por la calle, me contó, entramos al lugar, lo conocimos y fue un mundo fantástico” explicó Emilio, un joven a quien le encanta la robótica y a tan corta edad ya quiere hacer uso de las nuevas tecnologías para ayudar a cuidar el planeta. “En un futuro quiero ser ingeniero y trabajar para la NASA construyendo cohetes. Yo amo la tecnología porque pienso que a través de ella podemos cambiar el mundo, además como soy niño, me gusta divertirme aprendiendo sobre robots” mencionó Emilio muy emocionado.

“A mí me gustaría ser programador de robots, para que pueda ayudar a las personas” es uno de los tantos sueños de Octavio de 10 años, amante de la robótica y gran soñador que tiene en mente hacerse una carrera como ingeniero al igual que su compañeros Emilio.

Claro que el camino no siempre ha sido fácil, pues a veces se tienen que hacer sacrificios para conseguir lo que quieres. Las horas de juego se acortaron un poco, las salidas con los amigos y hasta las fiestas de cumpleaños tuvieron que parar un poco, sin embargo para ellos, todo ha valido la pena, pues han logrado poner en alto el nombre de Puebla y México en estos torneos internacionales.

Además de asistir a sus clases de robótica, ellos tienen otras actividades durante la semana,  como practicar deportes y tocar instrumentos, además de la escuela, lo que ayuda mucho  desarrollar sus habilidades y crear algunas nuevas que los ayudan a estimular sus sentidos.

Los sueños parecen grandes, pero no lo son cuando le dedicas tiempo y trabajas fuerte para conseguirlo, pero junto a tus amigos siempre es más fácil llevarlo a cabo

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El Torneo de la Liga Internacional de LEGO en Estados Unidos

Las emociones que se viven en concursos como este, son variadas, pero gracias a la formación integral de los chicos, logran hacer gala de su increíble compromiso, dedicación y espíritu competitivo amistoso, que han valido mucho, sobre todo cuando viajas a un país extranjero.

Para este gran evento, DEIMOS se ha venido preparando desde diciembre del año pasado, pues requieren mejorar su proyecto presentado en la primera eliminatoria que se llevó a cabo en el mes de enero, una experiencia que disfrutaron bastante y que los motivó para pasar a la siguiente etapa.

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Aquí se toman en cuenta diferentes parámetros para calificar el desempeño de los participantes, cada vez que ellos hacen algo bien, su puntuación va en aumento, por lo tanto tienen mejores posibilidades de posicionarse en los primeros lugares de la tabla general.

“Ellos han tenido una gran entrega, han demostrado mucha disciplina y cabe resaltar la importancia que tiene que los padres se involucren y sean constantes” mencionó muy orgullosa la maestra Maru, quien se encarga de ser la coach y mentora en la parte emocional, socio-afectiva y de habilidades de comunicación de este centro de ciencia y tecnología.

“Aquí ellos construyen, ellos programan, hacen el torneo completamente solos, los coach no pueden intervenir en el proceso. Es así que demuestran todo lo que han aprendido, incluso a tomar decisiones y formar estrategias y demuestran que tienen la capacidad de hacer prioridades, así como su capacidad de tolerar la frustración establecer estrategias de equipo”.

Aunque la competencia es dura y reñida, los chicos han hecho buenos amigos, quienes más allá de ver esto como una competencia, lo ven como una oportunidad para reconocer y valorar el espíritu competitivo amigable entre los participantes, sobre todo cuando se enfrentaban a chicos mayores que incluso les doblaban la edad.

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“A veces te puedes llegar a sentir incómodo pero para mí es muy padre porque puedo hacer más amigos, no significa que físicamente tengan que ser de mi edad, yo los considero mis amigos” comentó el pequeño Octavio.

“Tratamos de integrar un equipo de alto desempeño, donde se conjunte la parte técnica con la dirección general y parte humana y ellos tengan un aprendizaje en ambas partes y ese es nuestro objetivo en Tecnobotics, que los chicos en un futuro, elijan una carrera a través de una formación como la que nosotros brindamos”

Detrás de los chicos también había un equipo que los ayudaba emocionalmente y son sus padres. Ellos mejor que nadie quieren ver triunfar a sus hijos en todo lo que realicen y esta no es la excepción. Desde acompañarlos a las clases, a los torneos y al igual que los niños, sacrificar salidas, adaptarse a los horarios e incluso crear una porra especial para el equipo DEIMOS.

De acuerdo con Maru Villazetín, los chicos recibieron retroalimentación durante las etapas preliminares, todo sobre los elementos que deberían mejorar en su proyecto.

La competencia tienen ciertos rubros, entre ellos se encuentra el desempeño del robot, donde obtuvieron una puntuación bastante buena. También se toma en cuenta el proyecto de investigación donde a partir de una idea innovador se busca dar solución a alguna problemática social.

Por último, al ser un torneo bastante integral, se califican también los valores que posee cada uno y que se ven reflejados en el trabajo en equipo.

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La propuesta: ayudar a mejorar la calidad de vida de los astronautas

Después de un amplio plan de investigación creado con los chicos en conjunto con sus maestros, encontraron que los astronautas pasan por periodos de depresión y problemas emocionales derivados de las estancias tan largas que llegan a pasar en el espacio. Es a partir de esto que toman la decisión de apoyar a mejorar las condiciones de vida de los astronautas en general.

La propuesta es clara e importante para ellos: todas las personas, sin importar el empleo al que se dediquen, deben tener 15 minutos libres al día para dedicarlos a la actividad que quieran realizar para olvidar un momento todo el estrés que a veces el trabajo pueden llegar a pesar de más.

“Esperamos que este proyecto le guste mucho a la gente y esperamos que sea implementado para mejorar la calidad de vida de las personas, no solo a los astronautas, porque así todos rendirán mejor y trabajan mejor” comentó Mateo, quien se enteró de este instituto cuando se encontraba en la búsqueda de aprender algo nuevo, pues ya tomaba clases de música y de deportes.

La idea es que los chicos a través de su imaginación, creatividad y forma de ver la vida, contribuyan a la solución de algún problema de interés mundial.

Muchas veces, lo que algunos pequeños necesitan para participar en este tipo de actividades, es motivación. Sin embargo, en algunos casos no se cuentan con los recursos necesarios para que puedan visualizar sus ideas y después hacerlas realidad. La maestra Maru mencionó que es importante que siempre se busquen los medios necesarios porque nada debe limitar sus capacidades y sobre todo, no darse por vencidos.

Los chicos son conscientes de que en este mundo hay niños de su edad que no cuentan con las mismas oportunidades que ellos y por eso mandan este corto pero conciso mensaje:

 “Cualquier niño tiene imaginación y tiene la capacidad de soñar, así que aunque no cuenten con los recursos necesarios, tienen inteligencia y deben de creer que son capaces para demostrárselo al mundo”, gracias a Emilio, Mateo y Octavio, por enseñarnos que no importa lo grande o pequeño que seas, lo importante es nunca rendirse.

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