Algunas mujeres de la Sierra Norte de Puebla han unido fuerzas para crear la primera empresa de madera en la región, dirigida y trabajada por ellas mismas: “Artesanas en Madera de la Sierra Norte de Puebla”, un proyecto sustentable, creativo y reconocido en la comunidad.
En entrevista con RAYAS, Alejandra Cid Fuentes, Sabina Cuevas Cortéz, Florentina Fernández Pérez, y Jacqueline Pineda Hernández, representantes de los 3 puntos productivos en Llano Grande, Peñuelas y Nanacamila, nos explican cómo surgió esta empresa y el reto de aprender un oficio nuevo para ellas, además de abrirle el camino a otras mujeres para emprender nuevas ideas.
Artesanas en Madera surgió en el 2016 gracias al Fondo para el Medio Ambiente Mundial por parte del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, quienes nos capacitaron en los 3 puntos productivos en los municipios de Chignahuapan y Zacatlán. Durante este transcurso estuvimos en la práctica de artesanías de madera, nos enseñaron a manejar los equipos y las herramientas que se utilizan”, comentó Alejandra Cid, representante legal.
Fue hasta 2017 que la empresa se consolidó y recibieron el primer apoyo de la Comisión Nacional Forestal, para equipar sus talleres de carpintería.
Con 3 ejidos certificados con un buen manejo forestal y un variado catálogo de artículos decorativos, muebles y de limpieza que se pueden personalizar de acuerdo a las necesidades de cada persona, es como estas mujeres rompieron el estereotipo de sus regiones.
Su presencia en grandes eventos como la Feria del árbol y la esfera en Chignahuapan, así como Guadalajara y Chihuahua, han resonado tanto que su metodología ya se está replicando en la ciudad de Chetumal, Quintana Roo.
Asistimos a una Expo en Guadalajara hace un año por parte de la CONAFOR, un evento muy exclusivo donde pudimos enriquecer estas ideas con las experiencias propias que cada una compartimos, ya que somos el primer grupo de este tipo de la región. Incluso, ya hay una réplica del proyecto en Chetumal”, comentó Alejandra.
En esta organización, no hay límite de edad para trabajar en la carpintería.
Yo que soy una persona de la tercera edad, me ha ayudado mucho, esto demuestra que a los adultos mayores no nos pueden solo arrumbar. Somos productivos, con ideas y a mí en lo personal, es un gran logro, para mis hijos, nietos y mi familia verme trabajando en algo así. Hemos ido aprendiendo sobre la marcha, es un reto pero uno que nos ha gustado”, explicó doña Flor.
Ellas, al igual que otras mujeres de sus comunidades, tienen otras ocupaciones durante el día, en especial su familia e hijos. Sin embargo, han logrado planear sus rutinas para poder seguir produciendo en el taller, donde trabajan de 9 de la mañana a 12 de la tarde.
Esta actividad ha logrado inspirar a otras mujeres a unirse y ser empleadas en los aserraderos y talleres de carpintería. El orgullo y gusto por lo que hacen, es el principal motor para enfrentarse a los grandes retos de aprender a utilizar nuevos conocimientos.
Hay muchas personas en Peñuelas que nos preguntan cómo empezó, cómo nos organizamos porque la mayoría somos madres de familia, en general hemos recibido muchas felicitaciones”, nos explicó Jacqueline Pineda.
Si quieres conocer más, solo entra a: “Artesanas en madera de la Sierra Norte de Puebla” y checa su trabajo.