Hecho en Puebla

#HechoEnPuebla El mejor pan de muerto lo encuentras en La Flor de Puebla… 90 años haciendo historia

- Foto: Especial

Por casi un siglo, esta panadería se ha convertido en sinónimo de excelencia gracias a la producción artesanal de pan de muerto cada año. Por cuatro días producen 240 hojaldras cada 30 minutos.

Por Carmen González/@carmenldn /

Cuando hablamos del pan poblano no podemos omitir el tradicional pan artesanal de La Flor de Puebla, que ha preservado el sabor de las hojaldras originales, cuya receta solamente está en manos de Antonio Vázquez y el maestro panadero don Alfredo, quien dirige los hornos de este lugar.

Ubicada sobre 3 Sur, entre avenida Reforma y 3 Oriente, ha sobrevivido a todo lo que esta ciudad ha visto por casi 90 años. Ningún pan se le puede igualar: “Vayan a las demás panaderías a buscarlo, no van a encontrar algo como esto”, dice sonriente don Antonio Vázquez, quien posee mil y un anécdotas sobre su panadería, probablemente de las más antigua de la ciudad.

Esta temporada, los artesanos de La Flor de Puebla detienen la producción de pan de dulce para dedicarse por días enteros al extenso trabajo que implican las hojaldras. Desde el miércoles 30 de octubre hasta el sábado 2 de noviembre, los empleados trabajan sin parar para surtir los pedidos de sus fieles seguidores, nuevos clientes y turistas que visitan la ciudad de Puebla de otros estados o del extranjero.

Modo de preparar

La rica hojaldra o pan de muerto adquiere ese rico sabor gracias a la mezcla de mantequilla, levadura, huevos, harina, agua de azar, entre otros ingredientes secretos.

Una vez reunidos los ingredientes, pasan a la batidora gigante donde se crea una mezcla uniforme.

Después de 30 minutos, pasan a una mesa grande en la que cerca de 15 personas le dan forma a la masa, creando la figura central que se deja reposar por un rato para ser bañada con huevo, para posteriormente añadir los huesitos y la cabeza que adornan a la hojaldra, cubriéndola con una vasta porción de ajonjolí.

Cada 30 minutos hacen 420 hojaldras

El color dorado lo adquieren dentro del horno, donde pasan cerca de 20 minutos para obtener la increíble apariencia y el delicioso aroma que solo ofrece este lugar.

La producción de pan de muerto durante 4 días es incalculable, tomando en cuenta que cada treinta minutos salen cerca de 420 hojaldradas, que no dejan de venderse a lo largo del día.

Los clientes fieles acuden a la Flor para abastecerse y brindarles el mejor pan a sus difuntos.

Aquí todo mundo participa. don Alfredo cuenta que decidió unirse a esta panadería por influencia de su padre, quien desde muy joven invirtió 40 años a este negocio poblano. En la actualidad, él instruye a los futuros panaderos que continuarán el legado de La Flor.

En este lugar, el pan de muerto adquiere muchas formas: están los rosquetes, un tipo de pan frío típico de los altares de Huaquechula; el llamado tlacotonal con diferentes formas y tamaños y por supuesto el lizo, con su característica forma circular.

Conoce este rinconcito de la capital poblana que forma parte de la historia gastronómica de nuestra ciudad.

 

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