Los personajes mágicos de la cultura mexicana son variados, sin embargo, las catrinas y los alebrijes son dos de los exponentes más importantes del folklore nacional. Y es gracias a nuestros artesanos poblanos que algunas de estas tradiciones, se conservan a la fecha.
Luis Reyes es de las pocas personas que utiliza el proceso artesanal para crear alebrijes y catrinas, su especialidad y uno de sus diferentes talentos. Su capacidad para llevar a cabo estas creaciones es totalmente inspirador y asombroso, ya que a través del tiempo y la práctica, ha logrado perfeccionar sus técnicas de moldeo e incluso implementado nuevos materiales que le dan un extra a las pequeñas y grandes estatuillas de papel.
“Mi pasión comenzó cuando yo hacía máscaras de papel, tiempo después empiezo a practicar, a intentar cosas nuevas y es como logré mejorar mi técnica para empezar a hacer primero las catrinas y después los alebrijes.”
Todo comenzó en 2016, cuando de casualidad se inscribió para participar en el concurso de ofrendas en la Casa de la Cultura, en la categoría de cartonería. A pesar de entrar como “novato”, logró llevarse el primer premio, gracias al increíble diseño y belleza de una maringuilla y un huehue esqueléticos creados precisamente para la temporada del Día de Muertos.
Afortunadamente, desde entonces personalidades del ámbito artístico, organizaciones culturales y museos de la ciudad, se interesaron por su trabajo y decidieron abrirle las puertas para que su trabajo fuera admirado y sobretodo, aprendido.
Al año siguiente, el artesano de 36 años tuvo otra gran oportunidad. Logro presentar una colección propia en el Museo de Los Fuertes de Loreto y Guadalupe, donde resaltaron las figuras monumentales de Carlota y Maximiliano de Habsburgo, que tienen una altura de tres metros y a lo que le dedicó cerca de mes y medio de su tiempo. Estas piezas todavía están exhibidas en el dicho recinto.
Nuevamente, el Museo del Los Fuertes le abrió un espacio como instructor para el Taller de Catrinas, que lo dejó sorprendido al darse cuenta de la gran aceptación que tuvo entre los poblanos. El trabajo final realizado por sus alumnos, junto con las figuras del maestro, se mostraron de octubre a diciembre de 2018 y fue un éxito total.
Los planes de este artesano aún no concluyen, ya que durante junio impartirá un taller de alebrijes en cartonería y alambre para adultos en el Museo Casa del Mendrugo.
“Me da gusto que la gente muestre interés en este tipo de actividades que significan mucho en nuestro país. Ha mis clases han asistido todo tipo de personas y de todas las edades: adultos mayores, licenciados, profesionistas, niños, incluso un experto en artes plásticas, lo que me llena de emoción y eso me motiva a seguirme preparando en esto.”
También seré el maestro del taller de alebrijes en el Museo Regional INAH, dirigido para los niños que buscan realizar alguna actividad divertida durante el verano. Por el momento, también se está preparando para la temporada más fuerte del año, Día de muertos:
“De manera personal también tengo proyectos a futuro, uno de ellos son las 12 piezas que quiero presentar en el concurso de catrinas en Casa de la Cultura para el mes de noviembre, yo sé que todavía falta mucho tiempo pero también quiero dedicarle ganas a esto para que salga un trabajo de calidad.”
Imaginación plasmada en criaturas fantásticas
Luis siempre supo que esta era su pasión en la vida. Por lo tanto, no podía desperdiciar dicho talento. Al inicio, se dedicó a utilizar materiales de bajo costo o reciclados, que resultaron ser muy funcionales. La búsqueda por mejorar su trabajo lo empuja a buscar nuevos materiales, más resistentes, obteniendo mejores resultados.
Periódico, papel craft, alambre de diferentes calibres, engrudo a base de maíz, así como pintura acrílica, es su materia primordial. Después de mostrarnos el proceso paso a paso para crear una figura pequeña de cartón, pudimos ver todo el empeño y dedicación que Luis añade a sus alebrijes y catrinas.
También le ha apostado a crear diversas estatuillas en representación de mujeres indígenas, xoloitzcuintles, incluso apoyo en la utilería de una ofrenda, creando mole poblano, pipián y hasta arroz, todo hecho de papel y cartón.
Sus obras no son para nada caras, al contrario, reflejan la calidad y profesionalismo con el que lo lleva a cabo. Un alebrije mediano puede llegar a valer entre 800 y mil pesos. Ahora que si hablamos de figuras más grandes, que llegan a medir un metro de altura, su costo se encuentra entre mil y 2 mil 500 pesos, dependiendo de los detalles que se quieran agregar.
Las obras de Luis son completamente originales, así que no tendrás que preocuparte porque alguien copie la idea, ya que su estilo es inigualable y bien conocido por muchos. Todo gracias a la imaginación que imprime en cada una de ellas.
Como un último mensaje dedicado a los poblanos, Luis Reyes resaltó la importancia de que la gente consuma productos locales de calidad a un precio justo, ya que existe todo un trasfondo, que le da personalidad a las obras, así como el tiempo y cariño que se ve reflejado en sus creaciones.
“A mí me gustaría cada vez que vea una pieza artesanal, llámese alfarería, cartonería, tejido o cualquier otra técnica, que siempre trate de pagar lo justo por las piezas, pues detrás de cada pieza, hay horas de experimento, horas de error y acierto, también de aprendizaje, entonces yo pido a la gente que siempre valore este arte popular hecho por mexicanos.”
Si quieres conocer más de su trabajo dale click AQUÍ para entrar a su página de Facebook donde podrán ser testigos de lo maravilloso de sus obras. Ve el siguiente video, donde Luis nos cuenta de manera más detallada, sobre su vida y obra como maestro cartonero en la ciudad de Puebla.