Hace 20 años, Benjamín Rodríguez recibió la invitación de uno de sus vecinos que se aventuró al mundo de la talavera en Puebla. Sin saber nada al respecto, Benjamín aceptó y hoy, su empresa, Talavera Arte Rodríguez, se ha consolidado como una de las más representativas del estado por la calidad de sus productos, los cuales han sido exportados a otros países y formado parte de exhibiciones.
El señor Benjamín Rodríguez nos abrió las puertas de su casa ubicada en la colonia Adolfo López Mateos, en la capital poblana, lugar que acondicionó como su lugar de trabajo, pues en esa vivienda realizan la mayor parte de sus productos, ya que ahí tiene el horno que utiliza para realizarlos.
A diferencia de otros lugares, como por ejemplo en San Pablo del Monte, donde el realizar la talavera es una tradición de familia que hasta los más pequeños están obligados a seguir, Benjamín Rodríguez inició debido a que uno de sus vecinos le hizo la invitación para trabajar con él. Fue así como los dos hombres fueron aprendiendo hasta que ambos se tuvieron que separar: el vecino se fue a vivir a otro lado y Benjamín continuó realizando la talavera en su casa.
“Fue un proceso, no fue fácil porque nosotros no sabíamos nada, fuimos aprendiendo con el tiempo”, comentó.
En un pasillo largo, el señor instaló lo necesario: estantes para colocar las piezas, sillas para las decoradoras y al fondo un horno, el cual está hecho con ladrillos y fibra de vidrio que aguanta hasta los mil 200 grados y que funciona a base de gas.
Ese horno fue construido por el propio Benjamín y ha estado con él a lo largo de todos estos años. Actualmente piensa en comprar dos hornos eléctricos, pero asegura que el que tiene aún funciona muy bien.
Cuando iniciaron, la esposa de Benjamín era la encargada de decorar las piezas pero ahora cuentan con tres trabajadores, dos mujeres y un hombre, que los apoyan en eso. Uno de sus hijos, aunque tiene carrera universitaria, decidió entrar de lleno al negocio con su padre.
También cuentan con trabajadores en Amozoc, Ocotitlán y San Pablo del Monte. En estos lugares, se realizan las piezas de barro y se dejan secar pues en su casa no cuenta con el espacio suficiente para poder hacer esto. En cuanto las piezas están secas, se trasladan a su casa para ingresarlas al horno y continuar con lo siguiente.
A continuación, te explicamos el procedimiento y lo que se necesita para realizar la talavera:
- Lo primordial es tener la materia prima, es decir, el barro. En este caso, se ocupa una combinación de barro negro y blanco
- Se realizan las piezas de barro y se dejan secar. El secado va dependiendo del tamaño de la pieza. Por ejemplo, una taza de tamaño regular tarda en secar de dos a tres días; los platos hasta una semana y hay otras piezas que pueden tardar hasta un mes. Estos dos procesos se realizan en Amozoc o San Pablo del Monte y una vez secas las piezas, son trasladadas a la capital poblana, a la casa de Benjamín.
- Las piezas secas se introducen al horno y tienen que alcanzar una temperatura de mil grados. Para saber cuándo se llega a la temperatura adecuada, se utilizan unos conos especiales, los cuales doblan al llegar a los 999 grados. Estos conos son los indicadores y se pueden observar gracias a una pequeña abertura que tiene el horno y, además, se refuerza con la ayuda de un foco de alógeno. Las piezas dentro del horno pueden tardar de 4 a 6 horas o incluso, toda la noche.
- El horno es regulado con gas y una vez alcanzada la temperatura adecuada, se baja la presión para que las piezas únicamente obtengan brillo
- Cuando las piezas salen del horno, reciben el nombre de jahuete. Esta es la primera quema y hay lugares, en los que puedes comprar las piezas así. Después, comienza el decorado
- Para decorar las piezas se utilizan pigmentos mineralizados. En su mayoría, se utiliza el color azul pero existe una gran variedad de colores; sin embargo, cuando se aplican no tienen ningún color pues tienen que ser sometidos por segunda vez al horno para que brillen. Para este paso se utilizan decoradoras, las cuales, te pueden hacer un diseño especial aunque hay estilos muy similares. Además de talento, se requiere de mucho pulso. El pigmento se va regulando dependiendo la forma pues para las famosas gotas, se requiere muy espeso. En este paso, es importante señalar que debe “limpiar” la base de las figuras para que cuando sean colocadas en el horno, no se fundan. Es por eso que en todas las piezas, abajo, hay una parte que tiene el color del jahuete, barro cocido.
- Después de decorar las piezas, nuevamente ingresan al horno para que el pigmento brille. Cuando salen de la segunda quema, ya tienen el color característico que todos conocemos
- Una vez que las piezas ya fueron sometida a la segunda quema, no se puede hacer ninguna modificación al diseño
Talavera Arte Rodríguez distribuye sus productos para el mercado de artesanías El Parían. Los sábados y domingos exponen en el jardín de Analco y Benjamín dice que el resto de su venta, es por las recomendaciones de sus clientes. Aunque no es un proceso que realice la familia, sus piezas se han exportado al extranjero y hay turistas que acuden con ellos y se llevan más de un objeto, pues quedan encantados con la talavera y después con el trabajo que realiza don Benjamín, su familia y trabajadores.
Aunque muchas personas piensan que este producto es caro, Benjamín comenta que es un proceso largo, que requiere de mucho trabajo. Además, mencionó que él se preocupa más por sus trabajadores y aunque a veces no obtenga muchas ganancias, debe cumplir con el pago.
Muchos creen que por ser el jefe te va mejor y no es así. Yo, me preocupo más por mis trabajadores, tenga o no tenga, yo les debo cumplir y debo pagar, aseguró.
Parte de los productos realizados, se pueden encontrar en la página de Facebook Benjamín Rodríguez Vázquez pues también hacen trabajos sobre pedidos como vajillas, recuerdos, alhajeros, ceniceros, entre otros.
