Brindis por un muerto que pretende revivir (Segunda copa o parte)

Por Gabriel Hernández Campos / /

Interior JusciciaNO

En fecha 7 de diciembre de 2012, dentro de las actuaciones que integraron la causa penal 9/2012 radicada en el Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el entonces Distrito Federal, incoada en contra Cinthia Anne Macdonald Grau y/o Cynthia Anne Vanier; el 11 de noviembre del mismo año Gabriela de Cueto y/o Gabriela Dávila Huerta, Pierre Christian Flensborg y José Luis Kennedy Prieto, por lo delitos de Delincuencia Organizada, Falsificación de Documentos Públicos y Tráfico de Indocumentados en Grado de Tentativa; tuvo verificativo la audiencia de ampliación de declaración a cargo del señor Christian Eduardo Esquino Núñez, a quien la Procuraduría General de la República denominó “su testigo estrella”.

A interrogatorio practicado por el que escribe, Don Eduardo terminó por confesar que él en este caso no fue testigo sino quien denunció los hechos, toda vez que el día 5 de noviembre de 2011 se reunió con el Secretario de Gobernación Federal Francisco Blake Mora, a quién entregó la documentación e información contenida en el supuesto correo electrónico de ANONYMUS GROUP.

Dicha reunión afirmó le fue concertada por el exgobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto y Alfredo Castillo Cervantes, ex procurador de justicia de la referida entidad federativa. Casualmente, la reunión fue en horas de la mañana y, por la tarde Maricela Morales informa del correo que había recibido de Anonymus Group, la primera gran mentira. En la citada comparecencia Don Eduardo implica además a Jorge Lara, subprocurador de PGR; a Carlos Díaz de León, Director de Interpol México; y a Alejandro Ramírez, agente del CISEN. Este es un claro ejemplo de los enjuagues entre PRI y PAN.

En otra de las múltiples diligencias desahogadas en la causa penal 9/2012, específicamente aquella en la que comparecieron cuatro agentes de la extinta Agencia Federal de Investigación, afirmaron a interrogatorio realizado por la defensa que parte de la información que ellos incorporaron a la averiguación previa, la obtuvieron de los informes que les proporcionaron Interpol México y el CISEN. Por lo que se procedió a solicitar informe a los titulares de dichas dependencias, quienes informaron que nunca habían realizado investigación alguna en la que estuvieran implicados Cinthia Anne Macdonald Grau y/o Cynthia Anne Vanier; el 11 de noviembre del mismo año Gabriela de Cueto y/o Gabriela Dávila Huerta, Pierre Christian Flensborg y José Luis Kennedy Prieto. Segunda gran mentira, lo que nos direcciona a pensar en un caso fabricado.

En fecha 10 de abril de 2012 presenté demanda de amparo indirecto en contra del auto de formal prisión dictado en contra de mis defendidos, mismo que fue radicado en el Juzgado Quinto de Distrito de Amparo en Materia Penal en el Distrito Federal bajo el número de expediente 351/2012, el cual fue resuelto por sentencia pronunciada en fecha 16 de agosto de 2012, en la que la Justicia de la Unión No Ampara Ni Protege, aludiendo la Juez que los conceptos de violación eran inoperantes e inatendibles.  Tercera gran mentira.

Procediendo a presentar recurso de revisión, el cual fue turnado al Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito e identificado con el número de expediente 212/2012. Órgano colegiado, que después de realizar un exhaustivo estudio, resuelve conceder el amparo y protección de la justicia federal atendiendo a los conceptos de violación hechos valer en el amparo indirecto, mismos que se centraron en razonamientos lógicos jurídicos tendientes a demostrar que las pruebas en las que se sustentaba el auto de término constitucional eran ilícitas. 

Dicho recurso se resolvió en fecha 11 de abril de 2013, turnando la resolución al Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales Federales en el entonces Distrito Federal, para que en el término de 72 horas dictara un nuevo auto de término constitucional, atendiendo los lineamientos marcados por el Tribunal Colegiado, el juez de la causa dicta auto de libertad por falta de elementos para procesar.

La interrogante ¿por qué fabricar un caso?, respuestas pudieran haber muchas, a mi consideración solo una. Casualmente el gobierno de nuestro país desde inicio de 2010 se vio involucrado en la llamada Operación Rápido y Furioso, a través de la cual se importaron a territorio nacional armas de alto poder que terminaron en manos del crimen organizado, los señalamientos al gobierno de la república se acentuaron a finales de 2011, el dipsómano de Calderón tenía que inventar algo como cortina de humo, no podía ser la detención de un capo del narcotráfico puesto que se habían capturado varios.  Necesitaba un asunto de corte internacional, así surge la infamia del “Caso Gaddafi” u “Operación Huésped” y, de la Operación Rápido y Furioso nunca más se supo nada.

Ahora pregunto ¿confiarían una vez más en este muerto que pretende revivir?