28 de Marzo del 2024

Nacional

Sicarios en Culiacán estaban dispuestos a atacar a civiles, afirman autoridades federales

- Foto: Excélsior

La rápida reacción de los delincuentes, su intención de dañar a la población y las agresiones contra militares y sus familias orillaron al gobierno a desistir en la captura de Ovidio Guzmán

Por Excélsior /

De nada sirvió que un grupo especial del Ejército lograra arrodillar a Ovidio Guzmán, pues tuvo que dejarlo ir ante la violenta respuesta del Cártel del Pacífico.

En un ejercicio inédito, el gobierno detalló el operativo implementado en Culiacán el pasado 17 de octubre, que buscaba detener al hijo de El Chapo y extraditarlo a EU.

De acuerdo con la relatoría, el operativo, calificado por Alfonso Durazo como “tropiezo táctico” y “acción precipitada”, se complicó porque los sicarios no dudaron en atentar contra la población civil, se organizaron para enfrentar al Ejército en varios puntos y retuvieron a 11 elementos castrenses.

Luis Cresencio Sandoval, secretario de la Defensa, reveló que los criminales dispararon contra una unidad habitacional ocupada por familias de militares. También arrojaron granadas, pero no explotaron porque fueron disparadas a corta distancia.

En este punto estaba un elemento de tropa con unos niños jugando por ahí. Cuando inician las agresiones, los mueve del lugar para ponerlos a salvo”, relató. Ante el ataque, algunas personas huyeron por las ventanas y otras se ocultaron en clósets.

Excélsior obtuvo información de que, aunado a la agresión a estas viviendas, sicarios se movilizaron hacia instalaciones militares del Triángulo Dorado, en Sinaloa, Durango y Chihuahua, además de Sonora, para presionar al gobierno.

Las autoridades indagan si el cártel tuvo información previa del operativo, ya que su reacción prácticamente se dio en tiempo real.

El saldo oficial de la incursión es de ocho muertos y 19 heridos, entre ellos un militar que perdió una pierna por un disparo calibre .50.

El blanco de sicarios, familias de militares

Las Fuerzas Armadas tuvieron a Ovidio Guzmán López arrodillado, contra la pared del estacionamiento de su casa y a un tris de ser puesto en un avión rumbo a Estados Unidos… y al mismo tiempo que el presunto narcotraficante supuestamente trataba de atemperar los tableteos de fusil en Culiacán vía telefónica, ya incluso aceptando su detención, su derrota —“ya paren todo, por favor, ya tranquilos, ya ni modo, díganles que ya se retiren, ya no quiero pedo, ya no quiero que haya desmadres por favor”—, las baterías de los pistoleros del cártel del Pacífico apuntaron hacia el Ejército.

Efectivos militares, sus familias e instalaciones castrenses se convirtieron en el blanco con lo que el cártel del Pacífico desactivó el operativo para detener y deportar a Guzmán López el 17 de octubre en Culiacán, pero también en Sonora, Chihuahua y Durango, reconoció el secretario de la Defensa Nacional, general Luis Cresencio Sandoval González.

Reveló el titular de la Sedena que Ovidio Guzmán habló por teléfono con su hermano Archivaldo Guzmán Salazar. “En la comunicación con su hermano éste le establece que no va a cesar (los ataques), inclusive lanza amenazas contra el personal militar y sus familias en esa comunicación”.

…La rápida reacción de los delincuentes, las agresiones hacia el personal militar y sus familias, la intención del grupo criminal de causar daños en la población, el riesgo de pérdida de vidas al generalizarse las agresiones, la falta de orden de cateo se tradujo en la decisión de retirar las fuerzas sin el presunto delincuente y sin culminar obviamente el proceso de detención”, dijo el general Sandoval.

Excélsior obtuvo información de que además del ataque a la Unidad Habitacional Militar en Culiacán —que fue el objetivo primordial para dejar libre a Guzmán López—, donde los pistoleros amenazaron a un grupo de niños, integrantes de este grupo delictivo se movilizaron hacia las instalaciones militares en torno al llamado Triángulo Dorado.

Las acciones violentas de la delincuencia organizada se enfocaron hacia fuerzas militares que acudían al área del objetivo, personal militar en servicios aislados y en periodos de descanso, en bases de operaciones con posibilidad de apoyar a la fuerza que estaba siendo agredida, a las familias del personal militar, emisión de mensajes amenazando con agredir directamente a la ciudadanía, amenazas de agresiones en Sonora, Chihuahua y Durango”, dijo el general Sandoval González.

Todo inició el 13 de septiembre

En una relatoría de hechos sin precedente en la historia de México, el general Sandoval González pormenorizó los tiempos en que se realizó todo el procedimiento para el operativo, que inició desde el 13 de septiembre pasado, cuando, según informó ayer en la conferencia de prensa que acostumbra ofrecer cada mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional, el día 13 de septiembre de 2019 cuando el gobierno de Estados Unidos solicitó a México la orden de detención provisional con fines de extradición de Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán.

La pormenorización del cronograma revelado sugiere que los integrantes del cártel del Pacífico tuvieron información previa de que algo se estaba preparando en contra de alguno de sus líderes, ya que la reacción del grupo delincuencial, observada prácticamente en tiempo real apunta hacia una preparación. Cuestión que ya es investigada por las autoridades.

No obstante el detallado informe militar, que incluyó videos, fotografías y tablas en Power Point, no existe algún documento donde se vean el momento de la entrega de Ovidio Guzmán a algún integrante o grupo de sus pistoleros. Guzmán López estuvo retenido por los elementos de la Guardia Nacional durante cuatro horas, entre las 15:15 y las 19:17, según el cronograma oficial.

Sobre la agresión a la unidad habitacional militar, que prácticamente ya fue abandonada por las familias de los soldados, el titular de la Sedena dijo que el ataque inició a cuando faltaban quince minutos para las cuatro de la tarde, es decir, pocos minutos después del arranque del operativo para detener a Guzmán López.

A las 15:00 horas, hora Centro, arriba el presunto delincuente a este domicilio; después, a las 15:30, ya se inicia la operación en Culiacán rodeando el inmueble porque el presunto delincuente ya estaba ahí, estaba en compañía de su familia.

A las 15:50 horas, 20 minutos después, de concluye la presentación del informe de investigación y se espera el aviso para el cateo.

A las 15:50, a la misma hora, hora centro, se inician las agresiones de los delincuentes contras las fuerzas de seguridad, exponiendo obviamente a la ciudadanía”, dijo el general.

No supieron usar un lanzagranadas

Según la narración del titular de la Sedena, a las 15:00 horas a la Unidad Habitacional militar llegaron cuatro vehículos de los pistoleros y se apoderan de los accesos de ésta. Refiere que disparan sobre un edificio de cuatro departamentos y algunos vehículos.

El general secretario informó que los pistoleros de Guzmán López, ahora en calidad de prófugo de la justicia, lanzaron granadas de 40 milímetros que no alcanzaron a explotar, porque dijo, ese tipo de “granada necesita una cierta distancia para que una vez que sale del cañón se arme internamente y se prepare para explotar ya dando en el objetivo. Esa distancia no fue la suficiente de donde hicieron el disparo y no explotaron”.

Reveló a través de un video el punto donde estaba un elemento de tropa con unos niños, que estaban jugando ahí. “Cuando inician las agresiones, el sargento une a todos los niños, los reúne y los mueve del lugar para ponerlos a salvo, porque no sabía qué estaba sucediendo y nada más estaba escuchando los disparos.

Los delincuentes —sigue el relato del general Sandoval—, que ya habían ingresado a la unidad habitacional a pie, lo alcanzan a observar y van sobre él o van sobre el grupo de personas, no sabían que eran niños tampoco. Cuando ya llegan ahí, el sargento les establece que son niños, que son puros niños, los dejan y se lo llevan a él, lo retienen a él”.

El militar mencionó que esos departamentos había derechohabientes. Que algunos alcanzaron a salir, otros saltaron por las ventanas y se pudieron proteger.

Reveló que otros dos vehículos de los pistoleros de Guzmán López llegaron por otra parte a las instalaciones estratégicas y también abrieron fuego sobre el mismo edificio: “Aquí lanzan otra granada, que tampoco explota”, dijo.

Los integrantes del grupo delictivo, según el general, entran a cuatro departamentos “tratando de buscar, estimamos, más elementos militares para retenerlos, no encuentran a nadie. Aquí también hay personas que saltan por las ventanas y salen a protegerse, otras personas que se ocultan en el closet y nunca lo abren, entonces no las descubren”.

Otra agresión en contra del personal militar, refirió Sandoval, ocurrió cuando el mando castrense tiene información de que está siendo agredida la unidad habitacional militar y efectivos del Ejército toman camino hacia la unidad habitacional. “Sale el comandante de la 14 Compañía de Infantería No Encuadrada, a reforzar la unidad habitacional.(Y) cuando se mueve hacia el punto vuelve a pasar por la misma avenida que había pasado el comandante de la zona y que es agredido en tres ocasiones, él es agredido en dos, es el mismo punto donde estaban los vehículos de los delincuentes. Este personal era un jefe, tres oficiales, 17 de tropa, cuatro vehículos…”.

También dijo que en la acción los delincuentes bajan a la ciudadanía de los autobuses para poder bloquear las calles con esos vehículos.

Muchos supieron que iban tras él

El titular de la Sedena inició su larga narración en Palacio Nacional refiriéndose al tratado de extradición vigente con Estados Unidos y por el cual Ovidio Guzmán, a quien se refirió como uno “de los principales que mueven drogas a Estados Unidos en el ámbito de metanfetaminas y fentanilo”,  sería enviado al vecino país del norte.

Después, el jefe militar informó sobre las fechas del procedimiento para la ejecución del operativo fallido, lo que se convirtió en un elemento de sospecha en relación a que puedo haber una filtración de información desde alguna instancia del gobierno federal hacia el grupo delincuencial, cuestión que ya es investigada.

Después de la petición de extradición del 13 de septiembre pasado, la Fiscalía General de la República (FGR) solicitó la orden a un juez federal, lo que ocurrió el 25 de septiembre. Ese mismo día un juez federal con sede en Almoloya de Juárez resolvió sobre esa petición y se emite la orden de detención provisional con fines de extradición de Ovidio Guzmán.

Trece días antes del fallido operativo, informó el general Sandoval, el 4 de octubre se recibe la denuncia con el Ministerio Público. El día 7 se gira el oficio de investigación a la Guardia Nacional, el mismo día 7 se inicia la carpeta de investigación a la Guardia Nacional, el mismo día 7 se inicia la carpeta de investigación.

El día 8 se emite el oficio de solicitud de colaboración hacia la Secretaría de la Defensa. El militar dijo que ahí tenía el oficio de colaboración “donde la parte principal de esto es la finalidad de este oficio de colaboración es brindar apoyo para garantizar permanentemente la seguridad del personal de la Policía Federal, a quien se encomienda realizar cualquier diligencia que sea necesaria para los fines de esa investigación al relacionarse con personas vinculadas al crimen organizado que por su alto grado de peligrosidad se requiere garantizar la integridad de los elementos de esta división. Éste es el oficio de colaboración”.

Planeaban una rápida evacuación

En su cronograma, el titular de la Sedena mencionó que el día 9 octubre, el Ministerio Público Federal recibió el primer informe de los agentes federales.

Al día siguiente se solicitó a la Guardia Nacional el informe de gabinete respecto a lo que se estaba pidiendo. El día 11 se recibió el informe describiendo lo que se observaba de la tarea que había sido asignada sobre este presupuesto delincuente y los lugares que frecuentaba, y se informó que hay personas que entran en un inmueble y que portan armas de fuego.

Después pasaron seis días para la realización del operativo que inició, según el general, a las 12 horas, hora Pacífico, 13 de la Ciudad de México.

Así narró el general Sandoval González las cuatro horas del operativo:

A las 15 horas, hora Centro, arriba el presupuesto delincuente (Guzmán López) a este domicilio, después, a las 15:30, ya se inicia la operación ahí en Culiacán rodeando el inmueble porque el presunto delincuente ya estaba ahí, estaba en compañía de su familia. A las 15:50 horas, 20 minutos después, se concluye la presentación del informe de investigación y se espera el aviso para el cateo. A las 15:50, a la misma hora, hora Centro, se inician las agresiones de los delincuentes contras las fuerzas de seguridad, exponiendo, obviamente, a la ciudadanía (a esta hora la unidad habitacional militar de Culiacán ya estaba siendo atacada). A las 16:45 el Gabinete de Seguridad informa al señor Presidente sobre lo que está sucediendo en Culiacán. A las 19:49 se ordena la cancelación de la operación, el retiro de las tropas del lugar donde se encontraban”.

De acuerdo con el titular de la Defensa Nacional, “el éxito de la operación se fundó en una rápida evacuación del presunto delincuente hacia el aeropuerto a través de una ruta terrestre que ya la observamos…”.

El operativo

Autoridades dieron a conocer el saldo de los hechos en Culiacán el pasado 17 de octubre, donde hubo muertos y heridos

8 fallecidos

Resultaron en el operativo de Culiacán: 5 agresores, 1 interno, 1 civil, 1 agente de la Guardia Nacional.

19 heridos fue el saldo:

8 agentes de la Guardia Nacional, 7 soldados del Ejército, 2 policías municipales, 1 policía estatal, 1 oficial.

Retenidos

2 oficiales del Ejército, 9 elementos de tropa.

Afectados en unidad habitacional militar

20 militares y derechohabientes fueron afectados en sus bienes y sicológicamente.

4 vehículos particulares.

4 domicilios allanados con lujo de violencia

Afectación a equipo, materia y armamento

16 vehículos vandalizados por armas de fuego, 1 aeronava impacatada por arma de fuego, 16 armas largas y 2 cortas robadas, 1 radio Harris falcon III, el cual más adelante fue recuperado por parte de las autoridades.

Defiende salvar vidas

El secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo, justificó el fallido operativo para detener y deportar a Ovidio Guzmán López bajo el argumento de salvar vidas inocentes, principalmente la de los familiares de militares tanto en Culiacán como en otras partes del país.

En la decisión de retirarnos del inmueble ya controlado en el que se encontraba el presunto delincuente privó una razón que, de tan profunda, se convierte en razón de Estado: la salvaguarda de la vida e integridad física de aquellos que no figuraban entre los beligerantes.

Lo que pudo haberse convertido en un episodio de guerra y derramamiento de sangre inocente, se resolvió privilegiando el retorno a la paz y la tranquilidad de la población, como habíamos sido instruidos por el señor Presidente antes de que tomara su vuelo a Oaxaca”, manifestó el funcionario.

Según Durazo, ninguna organización delictiva, por más pertrechada que esté, es más poderosa que el Estado mexicano en términos bélicos.

Excélsior

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