El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que, tras respaldar la liberación de Ovidio Guzmán, Culiacán y el país viven una paz espiritual que no se tendría si se hubiera combatido a los criminales con toda la fuerza del Estado.
Insistió en que la decisión de no combatir a los delincuentes el pasado jueves fue la correcta e insistió en que nunca utilizará al Ejército o policía en contra de la población.
“No estaría hoy como estoy ahora o como están en Culiacán, como estamos el pueblo de México, con esta tranquilidad espiritual, porque quién sabe cuántos hubiesen perdido la vida el jueves”, recalcó el titular del Ejecutivo desde Nochixtlán, Oaxaca.
Insistió en que durante su administración no pedirá al ejército o cualquier fuerza del orden que actúe en contra de la población.
Hacerlo, afirmó, lo colocaría como un dictador o represor.
“No es, ’a ver, ahí están unos alborotadores, unos delincuentes y a mandar al policía y a mandar al Ejército y a usar la fuerza y a reprimir’. No, no somos dictadores, no somos tiranos, nosotros vamos siempre a respetar la vida de los seres humanos y se puede lograr así la paz”, insistió López Obrador.
En Nochixtlán se registró uno de los más fuertes enfrentamientos entre la Policía Federal y manifestantes que se oponían a la Reforma Educativa en 2016. El enfrentamiento registrado durante el cierre de una carretera dejó un saldo de ocho manifestantes y pobladores muertos y más de cien heridos.
Desde Nochixtlán el presidente reconoció a las fuerzas armadas su actuación en Culiacán.