19 de Abril del 2024

Municipios

Iglesia católica en Puebla ha disminuido su cantidad de fieles en los últimos 70 años

- Bibiana Díaz

Especialistas consideran que la disminución de la religiosidad influye en la inseguridad y diferencias que se tienen entre los ciudadanos

Por El Sol de Puebla / Elena Domínguez /

 

En 70 años disminuyó en 9 por ciento la población católica en Puebla, aunque la cifra de habitantes creció en la entidad, el número de creyentes no lo hizo de forma proporcional y en las últimas siete décadas el catolicismo perdió adeptos.

El censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revela que en 1940 había un millón 273 mil 47 personas que se declararon católicas, esta cifra representaba el 98.3 por ciento de la población total del estado.

Después de 30 años, en el censo de 1970 se detectó que ya eran 2 millones 433 mil 997 poblanos con esta creencia, pero la cifra representaba al 97 por ciento de la población; tres décadas después, para el año 2000 se contabilizaron 3 millones 973 mil 386 católicos, número que considera al 91.6 por ciento de la población.

De acuerdo con el último censo de población y vivienda, realizado en 2010, la población con religión católica es de 5 millones 104 mil 948 personas, esta cifra implica al 89.2 por ciento de los ciudadanos.

La disminución de las personas creyentes en la religión católica tiene que ver con el crecimiento y penetración de otros credos y cultos que hay en el estado. Tan sólo en 1940 la cifra de personas que profesaban otra religión no llegaba a un punto porcentual; para el año 2000 ya era el 6.2 por ciento de la población y en 2010 el 7.7 por ciento de habitantes.

Poblanos dejaron de vivir como católicos

Para el presidente del Centro de Estudios Guadalupanos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Gerardo Valle Flores, los ciudadanos en la entidad dejaron de vivir como católicos; si bien más del 80 por ciento de la población se declara con esta religión, no la llevan a la práctica.

Desde 1960 que se realizó el Concilio Vaticano II se buscó promover el desarrollo de la fe católica, adaptar la disciplina eclesiástica a los nuevos tiempos y lograr una renovación moral de la vida cristiana, sin embargo, estos oficios no tuvieron la suficiente penetración y año con año se han perdido adeptos.

Gerardo Valle comentó en entrevista que lo que más ha afectado a la iglesia en los últimos años son los escándalos de pederastia y a la par, el catolicismo se ha dado a la tarea de mantener ese lado humano para ayudar al prójimo, entonces se conserva no sólo como una institución de fe, sino de beneficencia para los desprotegidos.

Consideró que la disminución de la religiosidad en Puebla y en el país se ve reflejada en la inseguridad y en las diferencias que se tienen entre ciudadanos, en ser más individualistas y materialistas, buscando el placer y el dinero.

“Si fuéramos con más principios cristianos esta inseguridad no sucedería, no debería suceder si la mayoría de la gente tuviera esos principios de no matar, de no robar (…) Tenemos fama de ser muy religiosos, sin embargo, creo que eso nos debería hacer un estado más seguro, más tranquilo, más cordial, pero desgraciadamente no lo es, tenemos muchos problemas”, explicó.

Desde 1518, previo a que iniciara la Conquista de México, en El Carmen, Yucatán se emitió la primera orden para crear una diócesis en México y fue hasta 1543 que la institución se instaura en Puebla con un amplio número de creyentes y personas que se aferraron a la creencia, explicó el doctor en Historia, Patricio Eufracio Solano.

Desde hace 20 años y en la actualidad, hay un número menor de vocaciones en el estado, son menos los jóvenes que están dispuestos a formar parte de la renovación de la institución.

“Hace unos 20 años hay una menor cantidad de vocaciones, de muchachos que quieren ser sacerdotes y anteriormente había muchos más por múltiples razones y ahora hay menos, esto está provocando que los sacerdotes vayan envejeciendo y no haya un renuevo de la iglesia, al no haber una renovación de cuadros que van a dirigir empiezan a tener problemas de liderazgos”, dijo.

El especialista detalló que las mujeres son semilleros de fe porque hay más creyentes del sexo femenino, pero el dogma solo permite que sean los hombres quienes estén a cargo de la iglesia, esto se suma al desarrollo que presenta el estado, ya que antes, los grupos desfavorecidos veían a la iglesia como un puente.

“Ahora las personas ven un futuro promisorio no ven como camino la iglesia, porque existen universidades, tecnológicos y fábricas, existe posibilidad de progreso y hace 100 años no, los caminos eran más cortos y llegaban al clero. Era el camino más corto a determinadas cosas, en un pueblo perdido de la Sierra Norte y no tienes otra opción”, agregó.

Los hitos en la vida católica del estado

En enero de este año se cumplieron cuatro décadas de la visita del papa Juan Pablo II al estado, donde miles de files hicieron una valla humana desde la autopista México-Puebla hasta el Centro Histórico sólo para presenciar su llegada.

Juan Pablo II visitó por primera y única vez la ciudad de Puebla un domingo 28 de enero de 1979 como parte de su primera gira pastoral en su pontificado fuera de Italia, su visita a la entidad fue para inaugurar la Tercera Conferencia del Episcopado Latinoamericano que tuvo sede en el Seminario Palafoxiano.

En ese entonces, el arzobispo Rosendo Huesca Pacheco fue el encargo de recibir al sumo pontífice durante su visita. Años más tarde, la gestión de este líder fue controversial, una vez que comenzaron a conocerse los casos de pederastia de los que fue acusado el sacerdote Nicolás Aguilar.

En 1987 saltaron a la opinión pública las agresiones sexuales en las que habría incurrido Nicolás Aguilar, tras denunciarse los primeros casos de pederastia, el párroco fue enviado a Los Ángeles por orden del obispo de Tehuacán, Norberto Rivera.

Los registros periodísticos dieron cuenta que Nicolás Aguilar violó a 26 menores en Estados Unidos y a otros 60 más en México, durante su carrera clerical, fue denunciado, pero no detenido por las autoridades.

Joaquín Aguilar Méndez, una de las víctimas de Nicolás Aguilar, es director de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés). En la actualidad, impulsa un protocolo para atender los casos de pederastia en el país y reformas a la ley para que los delitos de violación no prescriban.

En su visita a Puebla en septiembre del año pasado, informó que la SNAP otorga apoyo a cinco víctimas de pederastia en Puebla, a nivel nacional da acompañamiento a 526 casos de abuso por sacerdotes.

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