29 de Marzo del 2024

Municipios

Claudia Rivera, presa de las pugnas políticas y de poder en su primer año al frente del Ayuntamiento de Puebla

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En su primer año de gobierno, Claudia Rivera se ha enfrentado a las pugnas de tres grupos políticos dentro de su cabildo y el jaloneo del poder de tres facciones que buscan demostrar quien tiene mayor injerencia en la administración municipal.

Por Osvaldo Valencia / @Osva_Valencia /

En su primer año al frente del municipio de Puebla, además de enfrentar la ola de inseguridad, aumento de ambulantaje y crisis de bacheo, la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco ha vivido presa por las pugnas de los grupos políticos al interior de su Cabildo.

En los primeros 12 meses de su gestión como presidente municipal de la capital del estado, la edil morenista se encuentra en un laberinto en el que ha visto en riesgo la estabilidad de su gobierno en más de una ocasión.

Además de tener en su contra a la oposición conformada por los cinco regidores del Partido Acción Nacional (PAN) y la única cabildante del Revolucionario Institucional (PRI), al interior de su partido un bloque de cinco regidores de Morena dirigidos por Rosa Márquez Cabrera, contrincante de Claudia Rivera en la pelea interna del partido por la candidatura a la alcaldía de Puebla.

Estos grupos han puesto en aprietos al Ayuntamiento poblano, a la alcaldesa que ha mantenido a medio Cabildo de su lado para sacar adelante sus estados financieros y su promesa de remunicipalización del servicio del agua.

Sin embargo, la pugna de los grupos y líderes al interior del gabinete y al primer círculo de la presidenta municipal han paralizado la operatividad de la gestión municipal obradorista, provocando la percepción de ineficiencia en su administración.

El mayor ejemplo de la lucha en el gabinete está en el subejercicio de más de mil millones de pesos que tiene el ayuntamiento de Puebla en lo que va del 2’019.

Así llega la presidente municipal de la quinta ciudad más importante del país, atrapada en un laberinto de luchas internas.

La pelea de los grupos por controlar el Cabildo

Desde el inicio de la administración 2018―2021, el Cabildo de Puebla evidenció la fractura con la que se conduciría estos tres años de gobierno de la Cuarta Transformación.

La oposición natural de este gobierno de Morena la representa la fracción del PAN integrada por Augusta Díaz de Rivera Hernández, Enrique Guevara Montiel, Jacobo Ordaz Moreno, Carmen Rosilio Martínez y Carolina Morales García, acompañados por la priista Silvia Tanús Osorio.

Este grupo se ha enfocado en evidenciar las fallas y errores del gabinete municipal, desde la poca efectividad por reordenar el ambulantaje, el poco trabajo de bacheo, construcción de obras emblemáticas o el aumento de la inseguridad en la capital del estado.

A este frente hacen contrapeso los regidores fieles a la alcaldesa morenista: Iván Herrera Villagomez, Isabel Cortés Santiago, Cynthia Juárez Román, Ángel Rivera Ortega, Carmen Palma Benitez, Joaquín Espidio Camarillo, Ana Laura Martínez Escobar, Iván Camacho Mendoza y Patricia Montaño Flores.

En este grupo se integran José Luis González Acosta y Libertad Aguirre Junco, dos simpatizantes del senador Alejandro Armenta, quien fue respaldado por la familia de Claudia Rivera en la precampaña por la candidatura al gobierno del estado en la elección extraordinaria.

Sin embargo, un grupo emanado del propio Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) conformado por Rosa Márquez Cabrera ―rival de Claudia Rivera por la candidatura a edil de Puebla―, Roberto Eli Esponda Islas, Martha Ornelas Guerrero, Eduardo Covian Carrizales y Edson Cortés Contreras, son los que han puesto en riesgo la estabilidad política del cabildo poblano, denomivados como “El G­-5”.

Rosa Márquez, mujer de confianza del gobernador Miguel Barbosa Huerta, ha tomado como propia la lucha de la remunicipalización del servicio del agua, arrebatando el trabajo como algo del ayuntamiento y volviéndolo un tema propio.

A este boicot contra Rivera Vivanco se sumaron José Luis González Acosta y Libertad Aguirre Junco, quienes al notar la distancia entre Claudia Rivera y Alejandro Armenta han ofrecido su voto a conveniencia de la situación.

En una ocasión la presidenta Claudia Rivera tuvo que salvar a su cabildo haciendo uso de su voto de calidad para aprobar el estado financiero de su gestión.

VER: Claudia Rivera salva con su voto el informe presupuestal; 12 regidores fueron en contra

Los choques en el gabinete; la lucha por demostrar quién tiene el poder

Si en el Cabildo la pelea de los distintos grupos ha sido por control las decisiones, en el gabinete municipal de Claudia Rivera la pelea ha tenido un objetivo: demostrar quién es el segundo en el poder en el ayuntamiento de Puebla.

Desde el inicio de la administración la secretaria del Ayuntamiento, Liza Aceves López, cercana a la alcaldesa desde la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, es una de las mujeres fuertes de la gestión, quien tiene en su círculo cercano tiene al titular de Gobernación, René Sánchez Galindo; y de Infraestructura, Israel Román Romano, hombres de confianza y cercanía de la edil de la capital.

La secretaria del Ayuntamiento tiene el conflicto con Javier Palou García, Jefe de la Oficina de la presidenta municipal, quien ha sido criticado por tener los nombramientos medio gabinete, destacando al titular del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, Miguel Andrade Torres; secretaria de Turismo, Mónica Prida Coppe; la ex gerente del Centro Histórico de Puebla, Lilia Antonia Martínez y Torres; así como a Mario Riveroll Vázquez, contralor municipal.

Fuera de esta pelea, pero afectados por la disputa de poder, se encuentran el secretario de Administración municipal, Leobardo Rodríguez Juárez, cercano a la presidenta desde la contienda interna de Morena por la candidatura; Lourdes Rosales Martínez, titular de Seguridad Ciudadana, uno de los primeros perfiles que eligió Claudia Rivera en su gabinete por tener confianza en una mujer para el cargo.

A este grupo se suman          Marcela Ibarra Mateos y Beatriz Martínez Carreño, titulares de las secretarías de Bienestar y Desarrollo Urbano, respectivamente, y que tienen apoyo de la edil de Puebla por provenir de la misma BUAP y respaldarla desde la precampaña. Los cuatro perfiles tienen la confianza de gestionar las acciones con la presidenta, sin consultar a Liza Aceves o Javier Palou con previo aviso.

La pelea que provocó el subejercicio

Fuentes al interior del ayuntamiento refieren que el subejercicio de más de mil millones de pesos que enfrenta la administración municipal es una pelea de poder entre grupos por demostrar el poder dentro del gabinete.

Una de las principales áreas señaladas por la ineficiencia en el gasto de recursos es Infraestructura y Obra Pública, así como a Desarrollo Social, cercanas a Liza Aceves y a los operadores de Claudia Rivera. Ambos grupos han acusado a la Contraloría municipal, posición ocupada por Palou, de colocar muchos obstáculos para la gestión de presupuesto para obras y programas sociales.

En Contraloría la culpa del no uso de recursos recae en Administración, comandada por Leobardo Rodríguez, a quien han señalado por realizar los trámites correspondientes para las compras y licitaciones.

Sin embargo, esta pelea por encontrar quien obstaculiza la llegada de recursos ocasiona que el municipio esté en un subejercicio de más de mil 200 millones de pesos a un año de haber iniciado la Cuarta Transformación en la ciudad de Puebla.

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