Si hay o no corrupción al interior de las grandes organizaciones del futbol internacional, es un asunto del que se ha dicho mucho, pero casi siempre sin pruebas contundentes al respecto. Pero al parecer bastaría levantar apenas la cortina tras la cual se arreglan los negocios concernientes a la publicidad, los traspasos de jugadores o los patrocinios, para descubrir las aguas turbias donde nada este deporte.
Al respecto, el célebre futbolista Lionel Messi acaba de recibir una sanción de tres meses fuera de las canchas como castigo a una declaración realizada el 6 de julio pasado, cuando la Copa América 2019 se encontraba en su fase final y luego de que el equipo nacional de Argentina perdió contra Brasil. En aquel momento, Messi aseguró que la Copa estaba “armada para Brasil”, el país anfitrión del torneo. “Creo que nosotros no tenemos que ser parte de esta corrupción. Esta falta de respeto que se hizo durante toda la Copa”, dijo aquella vez.
En respuesta a esa acusación, la Conmebol (la división dela FIFA responsable del fútbol en Sudamérica) consideró que las palabras de Messi carecían de fundamento y además representaban una falta de respeto, lo cual acompañó de dos medidas punitivas: la prohibición para el jugador de disputar partidos internacionales con su selección durante tres meses y una multa de 50 mil dólares.
Debido a este veto, Messi dejará de jugar en tres partidos amistosos programados de Argentina contra Chile, México y Alemania, entre septiembre y octubre próximos.
Como sabemos, esta no es la primera vez que se lanzan acusaciones de corrupción contra la organización de grandes torneos internacionales. De tanto en tanto se deja ver que el futbol, con todas las ganancias millonarias que genera, hace tiempo que dejó de ser sólo un deporte.