18 de Abril del 2024

Atención al TIAR… A qué le teme la dictadura venezolana

Por Luz Marina Manzano Gómez / /

gritos esperanza

¿Qué es el TIAR? El TIAR es el TRATADO INTERAMERICANO DE ASISTENCIA  RECÍPROCA.

Recientemente ha sido un tratado escogido por el gobierno interino venezolano para reintegrarse Venezuela al mismo, a modo de anexo a los demás países que lo han ratificado, puesto que permite la cooperación recíproca en determinados casos, y el gabinete del difunto Chávez había retirado al país venezolano del mismo desde el año 2013, muy a su conveniencia.

En principio, es importante explicar que, este Tratado busca “la paz y la seguridad” de la región, en función de los países que se han suscrito, siendo éstos: Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Dominica, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, San Kitts y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas, Suriname, Trinidad y Tobago, y Uruguay. Por lo que, el Estado que decida hacer uso del mismo, necesita que sean aprobadas en consenso las resoluciones que se vayan a tomar.

Algunos de los objetivos de este Tratado tienen que ver con: “asegurar la paz por  todos los medios posibles… se obligan en sus relaciones internacionales a no recurrir a la amenaza ni al uso de la fuerza en cualquier forma incompatible con las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas o del presente Tratado… Las Altas Partes Contratantes convienen en que un ataque armado por parte de cualquier Estado contra un Estado Americano, será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos, y en consecuencia, cada una de dichas Partes Contratantes se comprometen a ayudar a hacer frente al ataque. Para los efectos de este Tratado, las medidas que el Órgano de Consulta acuerde comprenderán una o más de las siguientes: el retiro de los jefes de misión; la ruptura de las relaciones diplomáticas; la ruptura de las relaciones consulares; la interrupción parcial o total de las relaciones económicas, o de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, telefónicas, radiotelefónicas o radiotelegráficas, y el empleo de la fuerza armada.” (Extraído el 26 de julio de 2019 de: https://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/b-29.html )

Es así como parece contradictorio entender el mantenimiento de la paz y la seguridad en una región incluso con el uso de la fuerza, en caso de ser necesario.

Sin embargo, lo interesante en este Tratado es que, consiste en la cooperación entre países en función de la defensa de la afectación de alguno de los firmantes; por lo cual –independientemente de las acciones tomadas recientemente por el TSJ venezolano- al ser aprobado por la Asamblea Nacional  venezolana -legítima-, Venezuela se reincorpora legalmente como firmante a un Tratado que permitiría la acción internacional en contra de un gobierno que está amenazando la paz y la seguridad internacional en la zona sur de América por el simple hecho de mantener dentro de sí, bajo su permiso, a miembros de organizaciones como el ELN, las FARC, Hezbolá, colectivos armados de origen delincuencial, y quien sabe cuánta persona indecente más.

Es así como, se presenta una opción más para la destrucción del Holocausto venezolano a través de la solicitud de ayuda internacional, en este caso, tomando en cuenta que la mayoría de los demás países firmantes de este Tratado consienten y legitiman el nuevo gobierno interino para beneficio de la región. 

Parece verse un rayo de esperanza… La espera aún continúa, pues lamentablemente los procesos históricos llevan tiempo, especialmente lamentable cuando la mayoría de los afectados están siendo niños y adultos enfermos, muchos de ellos ya de manera crónica.

Sin embargo, la lucha se sigue dando, Venezuela aún parece tener esperanza… Este país del sur sigue siendo una noticia… el mal aún no puede cantar victoria… el sistema internacional sigue movilizándose… Esa es la esperanza.

Gracias por leerme.

EL HADA DE GUERRA