24 de Abril del 2024

El alcance de un voto: conjugar con consciencia el verbo votar

Por Luz Marina Manzano Gómez / /

Supongamos que el sistema electoral de un estado funciona correctamente, supogamos que los ciudadanos conocen bien a sus candidatos a elegir en un sufragio, entonces, solo entonces, podemos suponer que se cumple aquella frase histórica de que "gobierna el pueblo" en la realidad.

Conocer bien a los candidatos por los que se va a votar es fundamental, el voto no es una decisión que deba dejarse llevar por pasiones y fanatismos partidistas, coloquemos el ejemplo de Venezuela y Nicaragua para ver sólo "un botón" de lo que implica votar por personas con psicopatologías por el tema del poder.

Ensuciar la imagen de contrincantes, no asistir a debates públicos a exponer sus ideas y que sean cuestionadas, alardear con exceso de publicidad en campañas (dinero que puede invertirse en causas sociales más importantes), generar rentismo y además populismo, al regalar neceseres y hasta alimentos a cambio de un voto, no parecen señas de u historial honesto para ocupar un cargo público... y sin embargo, se vota por este tipo de personas.

Más aún, cuando se tiene sospecha de estar vinculado con asesinatos, corrupción, o simplemente, con alianzas hacia personajes políticos de dudosa reputación, debería pensarse 2 veces antes de emitir un voto, y sin embargo, buena proporción de las poblaciones suele votar por este tipo de personas.

Muchos dirían "la política no es limpia, no es honesta" "per se", entonces, ¿por quién votamos?... y otros responderíamos que, "siempre hay alguien mejor preparado entre los peores", hay que tener un mínimo voto de confianza a aquellos que han cuidado mínimamente su proceder antes de lanzarse a una candidatura.

Es por esto que cuando las ciudades y sus poblaciones, donde coexistimos a diario, nos importan, para quién entiende de ciudadanía, "cada voto cuenta". Anular un voto, o no ir a votar, como he escuchado últimamente a algunos, no es la opción... y por supuesto... no es juego. Es una forma de protesta que también está queriendo decirle algunas cosas "al sistema".

El alcance de cada voto es más del que podemos imaginar, sólo entendemos su magnitud hasta que toca salir a marchar a las calles a protestar como sociedad organizada ante represiones y arbitrariedades que "no se previeron en el momento del voto". De allí la importancia de hacer consciencia de éste, pues cada voto cuenta. 

Dichosos los que podrán votar en próximas elecciones, algunos quieren y por diversas causas, no pueden, otros, lo hacen sin mayor consciencia, sin comprender los peligros de los personalismos más que de los partidismos.

Comprendamos los alcances de cada voto, tal vez así tengamos menos menos fallecidos y heridos en caso de necesitar ir a la calle a protestar, ésto, si aún se puede, a posteriori de ejercer este derecho. Comprendamos la importancia de votar por "los de mayor consciencia" entre los inconscientes, si es que lo hubiera, siempre hay pequeñas luces entre tanta oscuridad, pues cada voto cuenta, al menos, esa es la esperanza.

Gracias por leerme.

EL HADA DE GUERRA.

ANTERIORES