19 de Abril del 2024

Vida y Estilo

Este implante ayuda a sanar tu rodilla, usan tu propio cartílago

- Foto: Especial

Una nueva técnica desarrollada por la empresa biotecnológica Vericel permite que las propias células del paciente lo sanen

Por El Financiero /

Al principio, Courtney Mannino culpó de un leve dolor en su rodilla izquierda a un ligamento que se había desgarrado en la secundaria. Lo ignoró todo lo que pudo, pero tuvo que reducir sus carreras de cuatro millas (6.4 kilómetros) a la mitad, luego a cero. Pronto, a la joven doctora le daban escalofríos ante la idea de incluso subir por unas escaleras. El diagnóstico fue desafortunado: daños en el cartílago demasiado severos para ser tratados con corticosteroides y analgésicos de venta libre, pero no lo suficientemente severos como para justificar una cirugía de reemplazo de rodilla reservada para pacientes con artritis avanzada y mucho más años que los 29 de Mannino.

Con pocas opciones, la pediatra decidió probar el primer tratamiento de su clase de la empresa de biotecnología Vericel Corp., que se especializa en ingeniería de tejidos. Mediante una especie de andamio médico de colágeno, Vericel toma algunas de las células del cartílago del paciente, las multiplica en una placa de Petri e inserta la nueva cosecha en la rodilla dañada. Alrededor de un año después, Mannino dice que la mejora ha sido espectacular y que puede subir escaleras, andar en bici y usar la elíptica. “Todavía no es perfecto”, dice, pero “mi dolor es mucho menor”.

El procedimiento de Vericel puede parecer un poco extraño. En primer lugar, los médicos realizan una biopsia para extraer una pieza del tamaño de un Tic Tac del cartílago de la rodilla sana del paciente. Luego, los técnicos en el laboratorio de la compañía con sede en Cambridge, Massachusetts, extraen células de cartílago llamadas condrocitos y las bañan durante aproximadamente 10 días en proteínas y nutrientes para que crezcan más. Luego de dos días, siembran millones de condrocitos en una hoja de colágeno biodegradable, creando un andamio de malla viviente de poco más de 2.5 centímetros de ancho y 5 de alto. Un médico corta este andamio del tamaño del daño en la rodilla del paciente y a través de una pequeña incisión lo insertan de nuevo para cubrir el área herida. Está pegada en el lugar; son innecesarios los puntos. El proceso completo se llama implantación de condrocitos autólogos inducida por matriz (MACI, por sus siglas en inglés).

Las células crecen lentamente a través de la membrana de colágeno, que se disuelve inofensivamente, luego migran a través del cartílago dañado al hueso. Allí se adhieren y estimulan la producción de cartílago, llenando gradualmente las lagunas y dando como resultado menos dolor y una mejor función de la rodilla. “Es como llenar un bache en el camino”, dice el director ejecutivo de Vericel, Nick Colangelo.

El Financiero

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